El gobierno chileno busca proteger la Isla de Pascua
La presencia de las esculturas Moai y la mágica comunidad Rapa Nui, con los principales alicientespara el turismo en esta región tan intrincada de la Patagonia suramericana. Los visitantes extranjeros constituyen la fuente de ingreso fundamental para quienes habitan estas localidades. Sin embargo, algunos foráneos se encantan tanto con la zona que deciden quedarse, cuestión que afectará el ecosistema del lugar en caso de que este fenómeno se intensifique.
Por ello el Congreso Nacional, aprobó una restricción en el pasado mes de marzo en la que se reduce a treinta días el máximo de la estancia de los turistas en la región. Las visitas rebasan las cien mil personas por año, quienes se ven atraídas por la majestuosidad de las más de novecientas estatuas de piedra Moai, elaboradas entre el año 700 y 1600 después de Cristo.
Cuenta un increíble documental sobre el Pacifico Sur, que lleva este mismo nombre, que la gran cantidad de estatuas que hoy podemos ver en la isla, fueron construidas por diferentes grupos de Rapa Nui que competían entre sí, con el objetivo de edificar estatuas cada vez más impresionantes. Precisamente esta guerra fue la que destruyó a los Rapa Nui en su totalidad, puesto que agotaron los recursos de la isla para confeccionar estatuas gigantes que carecían de utilidad práctica, aunque respondía a una necesidad espiritual y de poder.
De acuerdo con el censo poblacional del año pasado, se registraron unos 7 750 ciudadanos de la Isla de Pascua, pero al menos la mitad de ellos no son Rapa Nui.
No solo es necesario proteger el patrimonio histórico y cultural que presenta la isla, sino más importante su riqueza y diversidad medioambiental, siendo, el refugio de especies tan especiales como la ballena azul y el delfín nariz de botella. La protección de los mares aledaños a la isla ya se está viendo obstaculizada por el aumento de la contaminación. Las autoridades han reportado que la basura desechada ha pasado de 1, 4 toneladas hace una década a 2, 5 toneladas de desechos en la actualidad.
A partir de ahora para ingresar a la Isla, los visitantes deben presentar una reserva de hotel o una invitación de alguna persona que sea residente permanente. Para vivir en la isla, la nueva ley exige como condiciones el ser padre, madre, cónyuge o hijo de alguna persona perteneciente al pueblo Rapa Nui. Sin contar a los habitantes que laboran como funcionarios públicos, trabajadores de organizaciones y otros. A pesar de las restricciones los autóctonos de la Isla aún no están conformes y esperan una mayor protección por parte del Estado.