Mínimas acciones, grandes resultados para el planeta
La lista de actos contra el planeta es larga, inmensa, incluso los adjetivos se quedarían cortos. Dentro de los elementos que la integran se encuentra la emisión de CO2 a la atmósfera, los vertidos incontrolados de sustancias tóxicas a los ríos o al mar, la destrucción forestal, la exuberancia de residuos domésticos e industriales entre otras negligencias.
Desde hace muchos años, los especialistas vienen explicando la necesidad de poner un granito de arena para evitar o reducir en la mayor medida posible, todas aquellas acciones acaban alterando de forma definitiva el entorno. El aporte individual puede parecer nada ante la desalentadora circunstancia, sin embargo si lo miramos de forma global, esas miles de millones de personas apostando por cambiar su relación con la naturaleza, ya parece cobrar sentido. La clave se basa en la toma de conciencia de lo que está sucediendo y que cada persona, empresa u organismo, desde la medida de sus posibilidades, se preocupe por conseguir hábitos más ecológicos y ansíe buscar soluciones “amables” para el planeta. Igualmente es fundamental concienciar lo antes posibles a los niños para que en el futuro sean adultos comprometidos con el medio ambiente.
Si entre todos tomamos, como segmento de la rutina diaria, algunos gestos ecológicos simples, lograremos que la situación comience a cambiar. Una excelente idea es llevar el carrito, un cesto o una bolsa de tela en el momento de realizar la compra para no tener que utilizar una de plástico. Otra buena sugerencia es adquirir productos de volumen familiar ya que generan menos residuos y optar por productos elaborados con materiales reciclados para de esta forma, cerrar el ciclo del reciclado. De igual manera, es beneficioso caminar más y usar menos el coche, otra alternativa es utilizar la bicicleta, apelar pos trasportes públicos o compartir el coche.
Desde el hogar es primordial reducir el consumo energético implementando bombillas de bajo consumo. A la hora de poner en marcha la lavadora y el lavaplatos, hay que procurar que siempre estén llenos, para ahorrar agua y electricidad. En lo que se refiere a la basura, es importante clasificarla según su contenido. No requiere de mucho esfuerzo apilar en casa el vidrio, el plástico, el papel o los desechos orgánicos para luego depositarlos en el contenedor adecuado. La gran mayoría de los materiales consiguen tener más de una vida útil, bien sea arreglándolos para un mismo uso o buscándoles un uso diferente con un poco de creatividad e imaginación. Son esfuerzos mínimos que generan grandes posibilidades de salvar al planeta.
