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martes, 5 de junio de 2018

Más allá del color, existe una expresión

Por Isabella

Los especialistas que trabajan con los colores, dígase diseñadores, artista, modistas, terapeutas deben conocer los efectos que producen los colores en el resto de las personas. Resulta que los colores y los sentimientos no se armonizan de manera accidental y mucho menos por cuestiones de gusto, sino por referentes universales que los seres se crean según sus experiencias.

Cada color pude representar un significado diferente en cada persona, se trata del simbolismo psicológico y la tradición histórica que se posea. Un ejemplo muy evidente es el color rojo, si bien para algunos puede representar el amor, la pasión, para otros puede ser sinónimo de brutalidad. Todo depende de la asociación que se realice y la situación con la que se acompañe.

Pensemos en el rojo asociado a la sangre, si lo unimos a una donación a un ser querido, lo interpretamos como un acto de amor, pero si se combina con una herida producto de un golpe las cosas cambiarían pensando en un momento desagradable. El medio en que se ubique el color y la combinación que se haga de elementos serán generalmente los encargados de determinar el significado que pudiera representar para las personas. De ahí que el contexto sea la herramienta para determinar si el empleo de determinado color es correcto o no, si resulta agradable, si funciona, si transmite, entre otros factores evaluativos.

Ningún color carece significado y todos provocan sensaciones diferentes. El amarillo genera entusiasmo porque se asocia generalmente con el sol transmite alegría y juventud. El azul ofrece armonía y bienestar, relaja el cuerpo y estimula la mente provocando sosiego, suavidad y plenitud. El blanco como suma de todos los colores., insinúa perfección, elegancia, paz. El gris es sinónimo de neutralidad por excelencia puede sugerir seriedad, madurez, indecisión, duda y melancolía. El carmelita evoca a la tierra, a la historia y es sinónimo de masculinidad. El naranja aporta explosión, un color colmado de energía, comunicación, sabiduría y estímulo.

El negro es de lejos el color del misterio y la distinción. El rojo simula lo pasional, vitalista y estimulante, pero también la violencia. El verde representa la naturaleza, transmite frescura y relajación. El violeta constituye el color más místico e inmaterial de la gama cromática, de ahí que las religiones de todo el mundo lo usen como símbolo de santidad y pureza. El rosado otorga juventud y feminidad. El dorado produce sensación de prestigio, riqueza y habitualmente calidad. Existen disimiles variedades de colores debido a la combinación o tonalidades de los mismos y cada uno se le atribuye igualmente un significado.