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lunes, 4 de junio de 2018

Los exoplanetas también pudieron tener océanos

Por Jacky

Un grupo de investigadores del Centro Aeroespacial Alemán en Berlín concluyeron que una combinación de gases en explosión podría ser la base para la formación de muchos océanos de mundos extraterrestres. De acuerdo con el estudio, el hidrógeno y el oxígeno atmosféricos, pueden entrar en ignición de forma espontánea, dejando una cantidad de agua suficiente para llenar océanos enteros en la superficie de un planeta.

El estudio de los expolanetas, que son los que se formaron en sistemas solares distintos al nuestro, es una manera eficaz de conocer las características de formación y diferentes etapas y procesos que se dan fuera de nuestro sistema. Por ejemplo, investigadores liderados por John Lee Grenfell, del Centro Aeroespacial Alemán en Berlín, concluyeron que una sutil combinación de gases en explosión podría ser la base del origen de muchos océanos de mundos extraterrestres.

De acuerdo con el estudio, el hidrógeno y el oxígeno atmosféricos, pueden entrar en ignición de manera espontánea, dejando una cantidad de agua suficiente, incluso, para llenar océanos enteros en la superficie de un planeta. Los cálculos de estos especialistas detallan cómo el oxígeno puede acumularse en la atmósfera de un exoplaneta y combinarse con hidrógeno para formar agua. Los investigadores hallaron que, si se dan temperaturas lo suficientemente altas, la combinación de esos dos gases podría incendiarse, o explotar, iluminando el cielo del planeta con una descomunal bola de fuego.

Los mundos rocosos que orbitan enanas rojas, suelen tener atmósferas muy ricas en hidrógeno. Si además existe alguna forma de que se genere y acumule oxígeno, entonces se produce un pequeño estallido de energía que puede hacer que toda la atmósfera se encienda.

En medio de esa explosión de calor, luz y sonido, el oxígeno y el hidrógeno se combinarían para formar agua, que caería del cielo en enormes cantidades sobre la superficie del planeta.

Como explica Grenfell, no sería como la lluvia de la Tierra, donde las gotas de condensación se forman gradualmente en la atmósfera, sino que sería una lluvia de agua mucho más rápida. Añade que en dependencia de la temperatura reinante, el agua podría formar enormes columnas de vapor, o derramarse como si un gigantesco cubo se vaciara de golpe desde el cielo.

Los científicos señalan que se trata del mismo tipo de reacción que se da en los motores de algunos cohetes y que genera el empuje, con una llama que sale de los propulsores y gran cantidad de vapor de agua que se libera como escape. Esa misma reacción, ampliada millones de veces en la atmósfera de un planeta podría formar océanos en la superficie a una gran velocidad. Y como toda la vida que conocemos necesita agua, esa circunstancia podría mejorar las condiciones de habitabilidad de muchos planetas rocosos.