La intolerancia ante el olor a sudor y la propensión a la dictadura
Las diferentes percepciones de las personas con respecto al olfato son una de las tantas características que nos diferencian como seres humanos. Un equipo de científicos suecos se han basado en este principio para comprobar que las personas que normalmente reaccionan peor ante los olores corporales tenían tendencia a sentirse atraídos por líderes políticos autoritarios.
La percepción del olor difiere mucho entre las personas, como se explicaba anteriormente. Existen algunos que tienen un olfato demasiado sensible, a quienes una mínima sospecha de sudor les provoca un profundo desagrado. Otros, en cambio, no le ofrecen tanta importancia o simplemente cuentan con un olfato menos desarrollado. Igualmente pasa con el olor a orina.
Un grupo de estudiosos de la Universidad de Estocolmo (Suecia) se consagró a la búsqueda de lazos entre estas peculiaridades individuales del olfato y la psicología social. Con este objetivo, realizaron un sondeo en línea en distintos países, a través del cual lograron establecer una correlación efectiva entre las preferencias por determinados tipos de organización social y los más básicos olores corporales. El estudio se puede se encuentra publicado en la revista Royal Society Open Science, recogiendo los principales datos y conclusiones de esta investigación.
Su principal resultado señala que las personas que muestran mayor disgusto ante el olor a sudor u orina, por otro lado, se suelen sentiratraídos por los líderes políticos autoritarios.
El sondeo fue efectuado en el 2016 y en él se agregaron específicamente para los participantes estadounidenses una pregunta sobre su intención de voto. Esto reveló que los individuos que menos soportaban los olores naturales eran más proclives a votar por Donald Trump. En cambio aquellos que eran más tolerantes con estos, en cambio, preferían a otros candidatos. Puede deberse igualmente a un factor de nacionalidad u origen en relación al país, ya que la muestra en este sentido estuvo reducida a los estadounidenses.
Por su parte, el equipo de científicos conectó este fenómeno con un instinto especial que tiene como principal evitar el contagio de enfermedades infecciosas. De igual forma, Olofsson señaló que las personas que buscan alejarse de los olores desagradables prefieren vivir en un medio social con gran estratificación. A su vez, los partidarios de una sociedad más democrática se sienten atraídos por los olores naturales, debido a que sentir la proximidad de otras personas les da una sensación de mayor seguridad.
