Evita el consumo de los alimentos ultraprocesados.
Los alimentos ultraprocesados no son comida, sino preparaciones industriales comestibles. Que además de ser muy ricos, con altos grados de sabor son seriamente dañinos para la salud. Esta es la principal diferencia. Son insanos, estimulan el apetito de manera artificial y su consumo se relaciona con enfermedades cardiovasculares y tumores. Por lo que resulta de valiosa importancia que aprendas a identificar los ultraprocesados cuando vayas de compras.
Como resulta obvio primero necesitas saber cuáles son los alimentos multiprocesados para que no comestas el error de llevar a casa la comida equivocada. La diferencia entre comida y ultraprocesados es fundamental, y según Carlos Ríos, dietista, nutricionista “Estos productos son preparaciones industriales comestibles elaboradas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Realmente no tienen ningún alimento completo, sino largas listas de ingredientes. También, estos ingredientes suelen realizarse mediante un procesamiento previo como la hidrogenación o fritura de los aceites, la hidrólisis de las proteínas o la refinación y extrusión de harinas o cereales. En su etiquetado es frecuente leer materias primas refinadas (harina, azúcar, aceites vegetales, sal, proteína, etc) y aditivos (conservantes, colorantes, edulcorantes, potenciadores del sabor, emulsionantes…). En este grupo podemos encontrar, desgraciadamente, el 80% de los comestibles que surten en los supermercados: las bebidas azucaradas, precocinados, bollería, carnes procesadas, galletas, lácteos azucarados, postres, dulces, cereales refinados, pizzas, nuggets, barritas energéticas o dietéticas, etc”.
Existen además otros productos procesados (sin el ultra) que sí son saludables, porque o no interfieren o mejoran la calidad del alimento: buenos ejemplos serían el aceite de oliva, los quesos artesanos, las conservas de pescado, verduras o legumbres, además de las hortalizas o pescados congelados.
A lo mejor te has preguntado que si nos gustan tanto por tener tantos ingredientes ricos en sabores, entonces por qué debemos evitarlos. Según la nutricionista española María Merino, existen razones específicas que nos dictan que tenemos que dejar a un lado a este tipo de comida pues son perjudiciales para nuestra salud, ellas son:
- Son ricos en azúcares añadidos, grasas refinadas, sal y/o aditivos. - Son artificialmente densos en calorías por cada ración del producto. - Son pobres en nutrientes, como fibra, fitoquímicos, minerales, etc. - Son hiper-palatables. Inhiben nuestros mecanismos naturales de saciedad. - Desplazan y sustituyen el consumo de alimentos reales. - Tienen una mayor disponibilidad en nuestro entorno que los alimentos reales. - Tienen una mayor publicidad y marketing que los alimentos reales.
Pero una de las mayores dificultades es identificar a este tipo de alimentos, debido a la gran variedad de los mismos. Los principales a tener en cuenta son
Refrescos: incluidos los tés fríos, bebidas isotónicas o de deportistas, las tónicas, gaseosas y todos aquellos light o zero (edulcorados). 2. Bebidas energéticas. 3. Pizzas precocinadas o congeladas. En su lugar puedes hacer tu la masa con harina integral y ponerle verduras o cualquier alimento fresco. 4. Pan blanco: bien sea de molde, de barra o con 12 cereales. Recuerda para que sea un integral real debe contener en su mayoría (80%) harina integral del cereal en cuestión. 5. Zumos envasados: incluidos los “natural 100%”, “con pulpa” o “sin azúcares añadidos”. 6. Patatas fritas: cualquier patata con la forma que sea: en cono, en triangulo, fantasmitos, ruedas, ganchitos… 7. Galletas: TODAS, las bio, eco, sin azúcar, bajas en grasa, light… TODAS. 8. Bollería: bollitos, cruasanes, donuts, ensaimadas, cañas, napolitanas… incluidas las de panadería artesana. 9. Cereales azucarados y barritas: especialmente los special K y demás cereales “de dieta”. 10. Dulces y helados: cualquier chocolate blanco o con leche, chocolatinas y helados. 11. Precocinados: todo aquello de “1 minuto y listo” o “calentar y servir”. 12. Carnes procesadas: incluidos los fiambre de pavo, pollo o jamón dulce. 13. Lácteos azucarados: también los desnatados (tienen más azúcar aún), con bifidus o de sabores. 14. Salsas. ketchup, tomate frito, mayonesa… 15. Dietéticos: galletas dietéticas, tortitas de arroz con yogur…
Lo que tienes que hacer apara alimentarte mejor es buscar siempre un substituto que sea un alimento real.