El océano devela sus misterios
Un equipo de investigadores del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian, tras años de expediciones submarinas en el sur del Mar Caribe, ha encontrado un ecosistema tan sorprendentemente diverso, que no han dudado en definirlo como una nueva zona oceánica con numerosas especies nuevas, a la que han llamado rarofótico.
El sitio había permanecido ignorado y llama la atención porque se trata de una capa del océano muy distinta de las aguas superiores e inferiores, por lo que los investigadores consideraron que necesitaba su propia categoría. Rarofótico, como denominaron a la capa situada entre las profundidades de 130 y 300 metros, es una zona con poca luz o prácticamente en penumbra en áreas de arrecifes más profundos. Está repleta de peces que no habían sido catalogados, un ecosistema completamente nuevo al descubierto.
Para los científicos la existencia de este sitio en el océano puede estar relacionada con el calentamiento de las aguas y el cambio climático, que ha propiciado el deterioro y muerte de los arrecifes de coral, hábitat de numerosas especies, que al parecer terminaron por refugiarse en esta nueva capa de océano.
Es un área a la cual es difícil llegar, pero gracias a los avances en la tecnología sumergible (Curasub) ha sido posible explorar debajo del arrecife frente a la costa de Curazao. Hasta el momento los investigadores han observado alrededor de 4 500 peces raripóticos, entre los cuales hay cerca de 70 especies diferentes. Aproximadamente uno de cada cinco peces encontrados en esta nueva área es de una especie nueva, han manifestado los autores del estudio, publicado en Scientific Reports.
Muchos de los nuevos hallazgos aún esperan un análisis y una descripción oficiales, pero resulta muy significativo comprobar que después de la zona mesofótica existe vida diferente de la de las profundidades, como se creía anteriormente. El rarofótico es una especie de eslabón perdido, consideran los investigadores, pues establece una conexión entre las zonas de arrecife de luz media y el océano sin luz, conocido como la zona afótica.
A pesar de los nuevos descubrimientos, todavía queda mucho por estudiar. Se estima que el 95 por ciento del espacio para la vida en nuestro planeta está en el océano, pero sobre este se conoce muy poco en comparación con su magnitud. La profundidad atenta contra los estudios que se necesitan, mas existen áreas, como los arrecifes profundos tropicales, que gracias a las tecnologías ahora pueden ser mejor analizados y que son ecosistemas muy diversos que merecen un mayor estudio. El nombramiento del rarofótico es para los científicos la oportunidad ideal para propiciar las investigaciones.