Colombia exprime a sus ciudadanos
Por increíble que parezca los colombianos pagan impuestos al consumo más elevados que países del primer mundo. No es que las tasas impositivas del país sean las más altas a nivel mundial, sino que factores como la inequidad y la dispersión de las normas jurídicas dificultan la elevación de los niveles de inversión.
Así lo sustenta un estudio realizado por los economistas Martha Delgado Rojas y Hernán Rincón Castro, pertenecientes al Banco de la República, quienes han investigado sobre el tema de los tributos, el consumo, el trabajo y el capital en Colombia. El periodo de tiempo escogido para su indagación es de 1994 al 2016 y una de sus principales conclusiones es que los datos no reflejan fielmente la carga de impuestos sobre los consumidores, tampoco sobre los trabajadores y los propietarios del capital. Otro aspecto significativo es que la tasa impositiva sobre el trabajo está muy por encima de la que se aplica al capital, y ello ha ocurrido a lo largo de los 22 años que abarca la investigación, con excepción del 2015.
Lo preocupante, de acuerdo con los investigadores Delgado Rojas y Rincón Castro, es que el país muestra notables diferencias con respecto a otras naciones que se agrupan en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), un club de buenas prácticas al cual Colombia aspira a integrar y para lo cual aún requiere de la aprobación de dos comités para ser admitida. Sobre las diferencias, en unos casos, revela el estudio, se trata de efectuar pagos de impuestos por debajo de lo que deben o no pagar, mientras que en otros casos se observan pagos desproporcionados.
Los resultados de las indagaciones revelan que existen grandes brechas entre los países en lo que respecta a las tasas efectivas promedio brutas de tributación. Por solo poner un un ejemplo, en el 2015 los tributos a los ingresos al capital de hogares y sociedades en Colombia, se ubicó, en promedio, en 16,19 por ciento, mientras que en Luxemburgo estaba en 18,1 por ciento y en Suiza en 21,5 por ciento. Si nos atenemos al nivel promedio de 32 países que pertenecen a la Ocde, este se situó en 21,3 por ciento.
