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sábado, 5 de mayo de 2018

Los cultivos de Santander, bajo amenaza

Por Idefix

El nombre puede sonar raro: Paratrechina Fulva Mayr, pero se trata de la denominación científica de un peligroso insecto cuyo apelativo más común puede ser motivo de risa: las hormigas locas. Son una plaga de molestas -y diminutas- criaturas que se abren camino entre las áreas rurales del municipio Cimitarra, localizada en el estado de Santander.

Paratrechina Fulva Mayr es el nombre científico de un peligroso insecto cuyo nombre puede ser motivo de chanza: las conocidas hormigas locas. Una plaga de los molestos bichos se abre camino entre las zonas rurales del municipio Cimitarra, en el estado de Santander. Los campesinos de vereda La Verde son los más afectados hasta ahora y alertan alarmados acerca de la inestabilidad económica y social que puede causar el molesto insecto de aquella área geográfica. Aunque todavía no han podido ser determinadas las casusas de la presencia de las hormigas en el territorio, si se ha logrado conocer su expansión.

Las hormigas ya están presentes en más de 800 hectáreas de todo Cimitarra. Han causado severos impactos. Algunos biólogos le atribuyen perdidas de biodiversidad de algunos ecosistemas. Además, causan estragos en la agricultura pues devoran frutos como el café y el cacao, además de la mayoría de los cítricos y algunas plantas florales y ornamentales. Otras especies de insectos por lo general sirven de alimento a las pequeñas invasoras o simplemente son expulsadas de su territorio natural.

Eider Antonio Quevedo, presidente de la junta de acción comunal del territorio afectado, la plaga se asentó desde hace aproximadamente dos años y medio. En ese periodo, el campesino ha visto como las hormigas han atacado a serpientes pequeñas, pájaros, gallinas, perros, lagartos y sapos. Incluso son capaces de atreverse a dañar al ganado mayor. Por lo general se introducen en sus narices para alimentarse de las mucosas de esos animales más grandes.

“Son muy rápidas y además no han sido debidamente controladas. Es una especie que nos tiene asombrados a todos porque es capaz de acabar con cualquier otro animal que le haga sombra. Yo las he visto provocar ceguera a vacas y caballos. También son frecuentes los problemas en las extremidades, asfixia y a algunos los llevan hasta la muerte”, expresó el dirigente local. Por otro lado, a pesar de las fumigaciones y diversos productos pesticidas, las hormigas siguen volviendo.

Un informe de sanidad vegetal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) recalcó la necesidad de medidas de emergencia para detener la propagación de la especie en la zona a finales de 2017. De acuerdo con el documento, los insectos también podrían poner en peligro la vida humana.

“Comienzan a llegar hasta nosotros notificaciones de que las hormigas están entrando en los hogares de la población y causando afecciones, sobre todo a niños, mujeres que acaban de ser madres y ancianos”, puede leerse en el texto del ICA.

Ederson Niño Navarro, secretario de salud de Cimitarra expresó a la prensa que la problemática ha empeorado en los últimos meses. Pero el experto también señaló que estos meses se corresponden con los más fríos del año. Las verdaderas afectaciones podrían venir en verano. Para el investigador, las áreas afectadas en el periodo estival sobrepasaran las mil.

Entre las acciones para contrarrestar la expansión de las molestas alimañas, se ha comenzado a usar cebos en las áreas invadidas. Estos podrían tener un costo de hasta 80 millones de pesos, recursos que hasta ahora han salido de los presupuestos del municipio y la gestión de algunos lugareños. La Secretaria de Salud y los líderes sociales locales instan al Estado colombiano a tomar cartas en el asunto.