Desde Venezuela para votar
Las autoridades de Cúcuta impidieron el ingreso de 120 personas por pasos ilegales en la zona de frontera entre Venezuela y Colombia. El cierre de los tres puentes internacionales de Norte de Santander que enlazan a ambos países, no fue un obstáculo para cientos de colombianos que cruzaron la frontera para ejercer su derecho al voto.
Colombianos residentes en Venezuela asistieron a los comicios electorales de su país de origen en el área metropolitana de Cúcuta, con el objetivo de depositar su voto en estas elecciones. Para ello debieron atravesar los pasos ilegales, conocidos como ‘trochas’ que se encuentran por los 2.200 kilómetros del eje fronterizo. Para votar, algunos tuvieron que ceder a la extorsión que realizan los grupos ilegales para permitir el paso por la frontera. Tal como le ocurrió a Tulia Cepeda, una mujer de 63 años, quien tuvo que abonar una suma de 20 000 pesos para poder cruzar por uno de estos caminos. La colombiana reside en el sector Aguas Calientes, en la localidad venezolana de Ureña, donde encontró refugio tras la violencia de la guerrilla.
Pero nada de esto impidió que cientos de colombianos votara ejerciendo su derecho como ciudadanos con nacionalidad colombiana. De esta forma, todo el pueblo colombiano se volcaba con sus hermanos para llevar a buen puerto estos comicios. Tal es el ejemplo de un restaurante en Bucaramanga que regalaba lechona a quienes salieran a votar.
En varios puntos de las fronteras se registró el paso de cientos de colombianos, como es el caso de Flor María Chaparro, quien reside en un asentamiento suburbano en Venezuela en la localidad de San Antonio. Flor cruzó acudió al puesto de votación del colegio La Frontera, considerada como el punto electoral más grande del municipio de Cúcuta, puesto que contó con unas veinte mesas de votación y una afluencia de 7 400 electores aproximadamente.
De esta forma cientos de colombianos acudieron a la llamada de la democracia, que a pesar de necesitar una segunda vuelta para la decisión final, ni la leljanía, ni la frontera, ni los grupos extorsionadores les impideron ejercer su derecho al voto. Esperemos que en la segunda vuelta el futuro de Colombia se decida para los proximos cuatro años.
