BD Promotores Colombia, en aprietos
La entidad BD Promotores Colombia, al frente del Proyecto BD Bacatá en el centro de Bogotá tiene pasivos que superan los $ 133.195 millones de pesos. Este proyecto previsto desde el año 2011 ha transcurrido por altos y bajos que como fue pronosticado desde sus inicios desencadenaría en la situación económica deplorable que hoy ostenta.
El proyecto BD Bacatá inició en el año 2011 tras la demolición de antiguo Hotel Bacatá, ubicado en el centro de la ciudad en la intersección de la carrera 5 y la calle 19 pretendiendo crear una colosal arquitectura. Con el tiempo tal envergadura pasó factura a BD Promotores Colombia empresa encargada del proyecto. La prolongación de la duración de la obra con los correspondientes sobrecostos, el eminente endeudamiento financiero, y el aumento de la tasa de cambio.
Así como los gastos de personal improductivo y la reducción de las ventas y de los ingresos del Proyecto BD Bacatá, pusieron contra las cuerdas a la firma. Las directivas de la misma ante tal situación resolvieron acogerse a un proceso de reorganización bajo los términos de la Ley 1116 del año 2006. Dicho proceso fue recientemente aprobado por la Superintendencia de Sociedades mediante el documento 400-005180.
Asimismo la Superintendencia de Sociedades comunicó que, según documentación aportada la entidad BD Promotores Colombia se enfrenta a pagos pendientes por impresión de retención en la fuente, valorados en catorce mil noventa y ocho millones de pesos y por retención de ICA, del orden de los ciento treinta y cinco millones. Las directivas de la compañía revelaron que poseen un pasivo por ciento treinta tres mil ciento noventa y cinco millones de pesos, de los cuales el 57,4 por ciento son compromisos incumplidos por plazos de 90 días. Según el acta expedida por la Delegatoria para Procedimientos de Insolvencia, estas deudas deberán normalizarse para el instante de la confirmación del acuerdo.
La entidad de control y vigilancia advirtió además que la compañía encargada del proyecto, a partir de esta decisión, deberá abstenerse de realizar arreglos o pagos por fuera de este proceso. Por otra parte, la empresa tampoco podrá efectuar ventas exteriores que no correspondan al giro habitual de sus negocios sin la autorización de la Superintendencia de Sociedades.
