Que no falten palabras a la paz
Luego de que desapareciera del grupo insurgente conocido como FARC, sigla utilizadas para distinguir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se convirtió en la mayor potencia guerrillera de toda Colombia. Desde ese preciso instante, el gobierno de la nación suramericana ha intentado además trazar ciertas pautas en torno a la rendición de ese grupo paramilitar.
A principios de enero pasado, el Estado y la guerrilla pusieron sus diálogos en stand-by, aunque dejaron sentadas las prerrogativas de un cese al fuego bilateral. El ELN ha respetado el acuerdo, y en consecuencia, el ejecutivo que encabeza Juan Manuel Santos, ha tomado la decisión de honrar a los opositores con la reanudación de los procesos de capitulación.
Tras la desaparición del grupo insurgente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se convirtió en la potencia guerrillera de mayor prominencia en toda Colombia. Desde ese preciso momento, el Estado de la nación suramericana también ha intentado trazar las pautas de la rendición del grupo paramilitar.
A principios del pasado enero, el gobierno y la guerrilla cesaron los diálogos. Sin embargo, se dejaron pautadas las prerrogativas de un cese al fuego de ambas partes. El ELN ha respetado el acuerdo, y el ejecutivo de Juan Manuel Santos ha decidido agraciar a sus opositores con una reanudación de las capitulaciones.
La guerrilla respetó la jornada electoral del pasado domingo 11 de marzo, por lo cual fue interpretado por el gobierno colombiano como un gesto de buena fe. Gracias a la no intervención insurgente del ELN, el país registró la primera elección de un nuevo Congreso sin reportarse acciones violentas en toda su historia.
“Con acciones como esta, y no a través del terrorismo, podemos reconstruir un mínimo de confianza entre nosotros y el ELN. Así podremos avanzar por el camino del dialogo y la posterior pacificación”, sentenció el presidente Santos en una rueda de prensa.
Las conversaciones se reanudaran en Quito, Ecuador. Gustavo Bell, jefe del equipo negociador por parte del ejecutivo de Colombia, aseguró que tiene ente sus objetivos alcanzar otro cese al fuego y a las hostilidades. También es prioritario que se aumente el periodo de tiempo de este nuevo acuerdo con respecto al anterior y que el ELN brinde seguridad de que todas sus fuerzas respetaran de modo verificable lo pactado.
Por su parte, los guerrilleros continúan el reclamos de que haya una mayor participación ciudadana en la mesa de negociaciones lo cual ha ralentizado las conversaciones. Tampoco han dado muestras de concretar disposiciones pero insisten en dar muestras de buena voluntad hacia el gobierno.
El ELN es la última guerrilla en Colombia que defiende los ideales comunistas. El conflicto bélico bilateral que ha promovido la agrupación ya se extiende por más de 50 años. En ese periodo han sido frecuentes las acciones irregulares como secuestros de civiles, bombardeos y voladoras de gaseoductos y otras estructuras que apoyan al desarrollo de la sociedad. Los intentos por llevar la paz al grupo armado se iniciaron en febrero de 2017.
Los expertos internacionales consideran que la guerrilla ha aprobado el regreso al dialogo debido a los resultados de las elecciones interpartidistas del fin de semana. El abultado número de botos que recibiera el candidato conservador Iván Duque, alertó a grupo armado. De llegar al poder el partido de Duque, el Centro Democrático el cual encabeza el ex presidente Álvaro Uribe, podrían cerrarse definitivamente los intentos de paz. Conscientes de esa realidad, el Comando Central del ELN ha realizado un comunicado oficial donde aclara que no cederán ante los intentos de la ultraderecha de Colombia por sesgar el proceso.
Otros expertos en política internacional se centran en la figura del presidente Santos. Muchos aseguran que la principal aspiración actual de mandatario sería abandonar el cargo el 7 de agosto próximo con el mérito de haber conseguido desmantelar las dos principales guerrillas insurgentes del país. Aunque la entrega de armas del ELN no será tan sencillo como el de las FARC. La primera es una organización con una estructura de mayor horizontalidad, donde cada frente tiene autonomía de poder y medios propios. Esa es otra de las razones por las cuales el dialogo se enlentece cada vez más. Otros afirman que las verdaderas razones tras la aptitud del dignatario colombiano es tener todas las papeletas para obtener de forma indiscutible el Premio Nobel de la Paz.