La indiferencia de Macron frente a las huelgas
La huelga de los trabajadores ferroviarios continúa estando presente al menos dos veces por semana en algunas regiones del país galo, afectando significativamente un amplio sector laboral del país, que no puede trasladarse del hogar a sus trabajos los días que los trenes paran. Sin embargo el presidente francés Enmanuel Macron se muestra indiferente ante tales hechos.
El Gobierno francés pretende llevar la reforma ferroviaria adelante impulsada por el actual presidente francés, puesto que la Cámara baja francesa, dio este martes su aprobación para tal medida. De acuerdo a lo resportado por EFE, los legisladores del Partido que se encuentra en la cúpula de poder francesa, (Asociación para la Renovación de la Vida Política, igualmente conocido como ¡En Marcha!), además de la oposición centrista y conservadora dieron el sí al proyecto, mientras que los sectores de izquierda de la Asamblea Nacional no lo aprobaron. Finalmente la reforma fue aprobada con unos 454 votos a favor y otros 80 en contra.
La reforma en cuestión, dirigida a transformar la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), planea que no se realicen más contratos con las condiciones laborales de los empleados actuales. La propuesta debe pasar próximamente al Senado, donde todo parece apuntar que también será respaldada. Entre los principales cambios que plantea la reforma, se destaca el convertir la SNCF en ‘’sociedad nacional de capitales públicos’’, además se pretende abrir este sector a la competencia y poner fin a las contrataciones bajo el estatus de trabajador ferroviario, que hasta el momento garantizaba una serie de ventajas salariales y sociales, que compensaban las duras características del trabajo que enfrentan.
Sin embargo en las calles, los trabajadores del sector ferroviario continúan con el paro laboral dos veces por semana, jornada en que se paralizan una parte del transporte ferroviario en Francia. La SNCF planea anular dos de cada tres trenes de alta velocidad, tres de cada cuatro interciudades clásicos y tres de cada cinco regionales, asegura Reuters. Se trata de un proceso organizado en pos de la defensa de los derechos de los trabajadores del sector, una respuesta sumamente válida, aunque al parecer no tan eficaz, para enfrentar la venidera reforma, que dejaría a los trabajadores totalmente desprotegidos.