La droga y el secuestro de Catatumbo
Catatumbo es una región fronteriza de Colombia, adyacente a Venezuela, que actualmente experimenta una serie de enfrentamientos producto de un conflicto que ya tiene más de un mes. Se trata de una disputa entre alias Muricio Pácora, jefe de Epl, reconocido como ‘Los pelusos’ y alias Manuel Guevara, cabecilla del frente Nororiental de Guerra Eln.
Estos son los líderes de unos 600 hombres que durante las últimas semanas se han enfrentado en la región antes mencionada, provocando el desplazamiento obligado casi cinco mil personas que residen en la localidad, por claras cuestiones de seguridad. Desde la desmovilización de las Farc en 2016, las confrontaciones se acrecentaron de forma paulatina, sin embargo no es hasta el 14 de marzo pasado que la situación se ha convertido en un asunto de orden público, debido a la peligrosidad de los enfrentamientos. El motivo principal para todo ello: el control absoluto de las rutas de droga en el sector de Catatumbo fronterizo con Venezuela y de la propiedad de unas 25 000 hectáreas donde se siembra la coca.
En este sentido la Organización de Estados Americanos (OEA), se hizo eco de la llamada de atención de las Naciones Unidas, por la preocupante situación de violencia existente en los once municipios de la región.
La banda de ‘los pelusos’, desde el año 2001, concentra sus actividades delictivas ene sa región, dos años después de que la guerrilla de Epl decidiera trasladarse luego de un periodo de diálogo con el Gobierno colombiano. Mientras que, de acuerdo a las informaciones de inteligencia de las autoridades, el grupo que dirige Manuel Guevara, centra sus acciones principales en los municipios de Teorama, San Calixto, El Tarra y Convención, dende se ha reportado con más frecuencia el incrementode cultivos ílicitos, dedicados a diferentes tipos de droga.
A toda esta situación se le suman el aumento indiscriminado más de tres mil quinientos delitos, que incluyen fundamentalmente cientos de secuestros, homicidios, desplazamientos y reclutamientos forzados, violencia de género y ciertas irregularidades asociadas a los derechos humanos, lo que vuelve la situación social en el pañis sumamente peligrosa para el ciudadano común y lógicamente insostenible para la vida diaria de los habitantes de la región.