Estar lejos de la madre predispone al alcoholismo
Un nuevo estudio determinó que estar lejos de la madre en las primeras etapas de la vida puede llevar a una depresión que a su vez conduce a una mayor vulnerabilidad al consumo de alcohol en la etapa adulta. Esa fue la conclusión de un estudio desarrollado en ratones de laboratorio por el Grupo de Investigación en Neurobiología del comportamiento, de la Universidad Pompeu Fabra, España.
Sin dudas, el vínculo que se da entre el bebé y la madre es muy fuerte y, aunque crecer sin una puede tener efectos en la salud emocional o la conducta del niño, quedan aún elementos por determinar en la influencia de esa ausencia.
En ese sentido, un estudio reciente determinó que estar lejos de la madre en las primeras etapas de la infancia puede llevar a una depresión que conduce a su vez, a una mayor vulnerabilidad al consumo de alcohol en la edad adulta.
Esa fue la conclusión de un estudio realizado en ratones de laboratorio por el Grupo de Investigación en Neurobiología del comportamiento (GreNeC) de la Universidad Pompeu Fabra, en España.
El objetivo del mismo era evaluar cómo esa adversidad durante la infancia puede originar alteraciones persistentes en el comportamiento y en mecanismos neurales que llegan y se mantienen en la edad adulta.
Para el estudio, los investigadores separaron a los ratones recién nacidos de sus madres, lo que causó síntomas depresivos en los animales. Además, emplearon tests de evaluación de la conducta, su consumo de alcohol, la recaída luego de la abstinencia y la presencia de diferentes compuestos en áreas del cerebro.
Los resultados del estudio, que contó también con la colaboración de científicos del Instituto de Investigación Hospital del Mar y de la Universidad de Barcelona, indican que la separación maternal provoca en el roedor una afectación en el sistema de recompensa del cerebro. Este sistema se activa ante un estímulo externo y envía señales mediante conexiones neuronales para liberar los neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina, que son los responsables de las sensaciones de placer.
En el caso de los recién nacidos ratones de laboratorio, la separación de sus madres provocó que sintieran menos placer ante el consumo de estímulos positivos como el alcohol, de ahí que lo tomaban más intensamente en búsqueda del efecto reconfortante.
En ese sentido, como explica Olga Valverde, directora del GreNec y la líder de este estudio, en un modelo de consumo de alcohol voluntario, los animales separados de las madres consumieron más alcohol y tuvieron una mayor facilidad para recaer en el consumo de alcohol tras la abstinencia.
Además, mostraron alteraciones emocionales vinculadas con el comportamiento depresivo, déficits en el comportamiento social, disminución de los niveles de endocannabinoides (relacionados con el mantenimiento del humor) y una conducta de ansiedad en comparación con el grupo delos animales control.
Es por ello que, como concluye Valverde, las conclusiones del estudio enfatizan la relevancia de los primeros períodos de la vida en el desarrollo de determinados trastornos psiquiátricos, como los del estado de ánimo y los de abuso de sustancias.
