El yoga abre paso al chi kung
Como indica un veterano proverbio chino, la práctica habitual de Chi kung te ayudará a alcanzar “la flexibilidad de un niño, la fuerza de un oso, y la sabiduría de un anciano”. El chi kung es una de las ramas de la medicina tradicional china que trabaja el equilibrio y la armonía personal.
El chi kung o Qi-gong es una técnica que practicada a diario garantiza una enorme variedad de efectos beneficiosos no solo para el cuerpo, sino también para el alma. Parecida al tai chi, esta terapia consiste en efectuar estiramientos progresivos, auto-masajes y meditaciones estáticas combinados con respiración, posibilitando que la energía mane libre por los meridianos (canales de energía que transitan nuestro cuerpo). Su práctica provee un estado mental y físico relajado. Se realiza de pie, lo que ayuda a trabajar el equilibrio y estimular la circulación venosa en las piernas, además de los meridianos de vejiga y riñón.
El mejor momento para practicar el chi kung es por la mañana para tener energía todo el día, aunque por la noche puede calmar y ayudar a dormir mejor. De igual forma siempre es recomendable realizar esta técnica bajo la supervisión de un experto, que pueda corregir las posturas incorrectas. Las personas mayores pueden ejercer esta práctica, incluso le es sumamente beneficiosa para trabajar el equilibrio y la concentración.
La filosofía del chi kung se asienta en la premisa de que no existen enfermedades, sino enfermos. Supone la patología como un desequilibrio energético que podemos restaurar. De manera que la palabra chi quiere decir energía y kung, el trabajo de la energía. Los expertos de esta técnica oriental milenaria afirman que muchas de las dolencias que sufrimos son estancamientos del flujo energético. El chi kung moviliza la energía para que transite libremente por los meridianos, ya que se considera que si se reestablece ese flujo energético y se añade la conciencia, la sanación es inmediata. Donde va la mente, va la energía. Por ello, el chi kung tiene como objetivo principal la auto-sanación. Asimismo con esta técnica se trabajan ejercicios de concentración y atención hacia el cuerpo, lo que tranquiliza la mente y se consigue un estado de bienestar y serenidad semejante al que proporciona el yoga.