Ecuador deja de ser garante de los procesos de paz
Cuando todo parecía que marchaba en las negociaciones entre el gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para acordar una nueva tregua, otro obstáculo para la paz ha aparecido: Ecuador anunció que dejará de ser garante de las conversaciones, una decisión que deja a Colombia en la búsqueda de una nueva sede.
El presidente Lenín Moreno dio a conocer la postura de su país este miércoles, y sin duda alguna ello obedece a la tensa situación en la frontera común, donde una serie de secuestros protagonizados por un grupo disidente de la guerrilla de las FARC ha abierto una crisis en la que han resultado asesinados civiles y fuerzas militares ecuatorianas. Moreno ha dicho que solicitaron a la canciller María Fernanda Espinosa que frenara las conversaciones y que cesara la condición de garante del proceso de paz, en tanto el ELN no se comprometiera a dejar de ejecutar actividades terroristas. La decisión tiene efecto inmediato y ya recibió notificación al respecto la canciller colombiana, María Angélica Holguín.
Precisamente, Holguín agradeció el apoyo brindado por Ecuador desde el comienzo de las negociaciones y manifestó que Colombia ya se encuentra buscando un nuevo país para reiniciar el diálogo. Por su parte el presidente Juan Manuel Santos dijo comprender las razones por las cuales el presidente Moreno tomó tal resolución, según apunta un reporte de la BBC.
Proseguir las conversaciones con el ELN es una prioridad para la Casa de Nariño, pues de ello depende dar un paso más en la conquista de la paz para el país, cuestión que se ha visto amenazada por los hechos de violencia en la frontera con Ecuador. Este proceso con el ELN incluso había tenido sus propios altibajos desde sus inicios en febrero del 2017, pues en enero del 2018, luego de terminada la tregua bilateral, la guerrilla emprendió acciones contra las fuerzas del orden colombianas hasta que, con motivo de las elecciones, hubo otro alto al fuego, esta vez unilateral.
Luego de cuatro rondas de conversaciones concluidas, la quinta había sido iniciada recientemente en Quito, y buscaba un cese al fuego bilateral entre la guerrilla, que se encuentra en armas desde 1964, y el gobierno colombiano. Ahora, sin sede para el diálogo, habrá que esperar a la buena voluntad de las partes para que no haya un retroceso.
