De la magia de Cristiano y la contundencia del Bayern
Frío en Turín y calor en Sevilla fueron el contexto en el que se jugaron los primeros partidos de ida de los octavos de final de la UEFA Champions League. En Italia, Cristiano Ronaldo guió, chilena mediante, a un Real Madrid enorme que superó en todos los aspectos de juego a la Juventus, y que con una goleada de 3-0 parece haber cerrado la llave en su favor. Mientras tanto, en la ciudad andaluza, el Bayern superó una desventaja de 1-0 y con un autogol y otro de Thiago Alcántara logró un importante triunfo de cara a la vuelta, que será en el Allianz Arena.
A pesar del frío transalpino, todas las manos presentes en el Juventus Stadium se elevaron al unísono para rendir homenaje al acto de magia que acababan de presenciar. A pesar de la derrota parcial, los fanáticos de la escuadra bianconera no pudieron evitar sentirse emocionados por lo que acababan de ver: una espectacular chilena anotada, como no, por el hombre que más goles ha marcado en la historia de la UEFA Champions League: Cristiano Ronaldo.
En la noche turinesa, el Real Madrid fue el coloso de siempre en la Champions, y venció nada menos que tres veces a una de las mejores defensas del planeta. Dos veces lo hizo el astro portugués, y por último uno de sus mejores “colegas”, Marcelo.
El resultado valió al Real Madrid para llevarse la ida de cuartos de final del torneo de clubes más prestigioso del mundo, y de paso encaminó su avance hacia la etapa semifinal, que de alcanzarlo sería su octava vez consecutiva en esa instancia, desde 2011.
Tan temprano como al minuto 3, Cristiano abría la cuenta para los de Concha Espina, luego de una jugada que se inició con una pelota filtrada por Marcelo para Francisco “Isco” Alarcón, quien metió un pase con la zurda que el luso “empujó” al fondo de las redes con el exterior de su botín derecho. El planteamiento de Zinedine Zidane, quien alineó a los mismos onces que en la pasada final de Cardiff, daba rápidos resultados.
La Juve colocó sus líneas más adelante y se decidió a apretar la salida del Madrid. Con los locales dominando la posesión y las ocasiones de gol, los de la capital española supieron sufrir como los grandes que son, y se salvaron varias veces gracias al trabajo bajo palos de un inmenso Keylor Navas, que sacó más de una clara a los italianos, incluida una casi cantada a Gonzalo Higuaín, tras un saque largo desde la banda izquierda. Meritorio fue también la labor en la zaga de Raphael Varane y el capitán Sergio Ramos, que desde su rol defensivo desbarataron muchas jugadas que podrían haber generado muchos dolores de cabeza a los suyos.
Ya en la segunda mitad, el técnico francés decidió sustituir a uno de los infaltables, su compatriota Karim Benzema, para dar entrada a uno que nunca lo hace quedar mal: el gallego Lucas Vázquez, que desde que pisó fue un constante quebradero de cabeza para los rivales.
Luego llegaría el segundo gol, la obra de arte de Ronaldo, y justo después Paulo Dybala, estrella hasta ese momento de la Juventus, cometía una falta francamente tonta que dejaba a su conjunto con uno menos, a falta de media hora para el final del partido. En lo adelante sería un monólogo de los actuales titulares europeos, que una vez sí, y otra también, “asustaban” el arco custodiado por el legendario Gianluigi Buffon.
El veredicto: El Real Madrid vuelve a demostrar que en competencias europeas es prácticamente imbatible, y prueba además que luego de la mala racha atravesada la presente campaña, el toque merengue está de vuelta camino a la que pudiera ser su tercera “orejona” al hilo. Por la “Juve”, queda claro que Allegri tendrá que seguir trabajando para fortalecer la capacidad psicológica de un equipo que volvió a derrumbarse, igual que hizo en mayo pasado en la capital galesa.
Bayern impone su ley en Sevilla
Al mismo tiempo que los “vikingos” se imponían en Turín, en Sevilla el Bayern de Múnich logró sobreponerse de una desventaja de un gol y ganó 2-1 a los andaluces gracias a las anotaciones en propia puerta de Jesús Navas y a un cabezazo de Thiago Alcántara.
Los sevillistas se adelantaron al 32 en su casa, el Ramón Sánchez-Pizjuán, luego de una gran definición del mediapunta Pablo Sarabia. No obstante, el poderío, la paciencia y el pedigrí de los alemanes dio sus frutos, y el resultado, aunque sea una victoria por la mínima, da tranquilidad a sus parciales.
La próxima semana serán los choques de vuelta, con partidos en el Santiago Bernabéu de Madrid y en el Allianz Arena de Múnich.