La nieve se tiñe de naranja
Las partículas de polvo viajan por largas longitudes. En ese sentido, estas han sido las causantes de un fenómeno curioso: las pistas de esquí de Sochi, en Rusia, se llenaron de nieve teñida de naranja. Este extraño fenómeno se ha repetido en otros sitios de Europa del Este, como Rumanía o Bulgaria.
Su causa es una nube de polvo y arena de origen sahariano que estaba ubicada a gran altura en la atmósfera y que se vio arrastrada por la nevada, coloreándola. Este es el mismo proceso que origina las lluvias de sangre que se dan a veces en el Mediterráneo.
Este fenómeno se ha dado con anterioridad: por ejemplo, en 2007, en los alrededores de Omsk, Siberia, donde se registró una nevada rojiza de olor inaguantable pues fue provocada por una tormenta que levantó polvo del desierto de Kazajistán, que tenía como origen una región industrial, por lo que estaba contaminado con hierro, ácidos y nitratos que fueron los responsables del mal olor.
En esta ocasión, antes de llegar a Rusia, el polvo sahariano en suspensión ya se dejó ver en otras partes de Europa, como fue el caso de Creta, en Grecia, donde el cielo se tiñó de una naranja fosforescente.
Según explica el portal eltiempo.es, las consecuencias de este polvo son variadas: aunque son beneficiosas como fertilizador para la agricultura y pesca en zonas donde se depositan estas partículas, también genera problemas. Y es que degradan la calidad del aire, afectando la salud, el medio ambiente y actividades económicas como la aviación, por la disminución de visibilidad, y la generación de energía solar. En cuanto a la salud de las personas, puede irritar las vías respiratorias y a largo plazo incluso puede degenerar en bronquitis crónica. Además, puede producir picor o ardor en los ojos, conjuntivitis y empeorar la situación de las personas con asma.
