Colombia, el país donde los árboles dan dinero
El sueño de muchísimas personas que tienen problemas financieros y el de otras tantas que necesitan un empujón para realizar sus anhelos, fue vivido por los habitantes de Cali, Medellín y Bogotá el pasado lunes 2 de abril, cuando los lugareños se despertaron con árboles de cuyas ramas colgaba dinero en las principales plazas de esas ciudades.
Los conductores de automóviles, motociclistas y peatones no daban crédito a sus ojos, algunos tomaron fotos y las subieron a las redes sociales acompañadas de comentarios en los que significaban no solo lo extraño del asunto, sino el hecho de que ningún billete de los que estaban en las ramas de los árboles de las plazas principales de esas ciudades fueran falsos.
Eran billetes de 20.000 y de 50.000 pesos, reseñaban en las redes. Todos eran buenos, ninguno era falso. A la confusión y timidez inicial, relatan también los internautas, luego siguió la acción. “Al principio no sabíamos qué hacer”, comenta uno, “era increíble que esto sucediera”, decía otro, mientras que un tercero, en declaraciones a la prensa, apuntaba que “más tarde comenzamos a cogerlos y poco a poco se fueron sumando más personas”.
El diario colombiano El Tiempo escribió que los registros iniciales sobre los árboles en las redes sociales se iniciaron sobre las siete de la mañana y los primeros en notar esta situación fueron las personas que se dirigían a sus centros laborales o de estudio en bicicleta y moto. Como era de esperar, el extraño hecho generó una gran congestión vehicular en las tres zonas urbanas donde se produjo, pues muchas personas dejaron sus vehículos en medio del tráfico para recoger los billetes.
Sobre el misterioso benefactor o investigador social tras esta experiencia que no pocos catalogan como un sueño colectivo, aún no se sabe nada. La campaña había sido asociada a una iniciativa publicitaria de Netflix, pero la plataforma digital lo negó a través de su cuenta de Twitter para América Latina. Mientras el secreto no sea develado, para quienes lo vivieron en esas tres ciudades el pasado 2 de abril, no solo será un día para recordar, sino que quizá, para muchos, se haya hecho un sueño realidad.
