Un misterio embotellado
131 años y 223 días pasaron desde que alguien, a bordo de un barco alemán llamado “Paula”, arrojara al mar una botella con un mensaje. El envase de vidrio fue descubierto en Australia y las investigaciones han revelado que se trata del mensaje embotellado más antiguo del mundo, lanzado al mar el 12 de junio de 1886.
Para su descubridora Tonya Illman, según sus propias palabras, ha sido el hecho más memorable de toda su vida. Mientras iba caminando por la playa de Wedge Island, a 160 km de Perth, en Australia, recogió la botella entre la basura de la arena pues la consideró bonita. Posteriormente la colocó en un estante de su casa, sin embargo, su nuera se dio cuenta de que contenía algo adentro.
Se trataba de un mensaje escrito en alemán en un papel oscuro bastante difícil de entender. Al contactar a las autoridades, Tonya recibió asistencia del Museo Marítimo de Australia Occidental, la Agencia del tiempo y el clima de Alemania y la Agencia Marítima Federal del país europeo para descifrar el texto.
Finalmente, la historia revelada es la siguiente: Es posible que el barco estuviera bajo las órdenes del capitán O. Diekmann, tras un examen que detectó similitudes con su caligrafía y la tinta utilizada en el libro meteorológico del navío. Todo apunta a que navegaban entre la costa galesa de Cardiff y las Indias Holandesas Occidentales, actual Indonesia.
La nota solicitaba al lector contactar con el consulado alemán cuando encontrara la carta, además, en el cuaderno de bitácora del navío el capitán había escrito que se había arrojado una botella al mar el 12 de junio de 1886. Por otra parte, las coordenadas encontradas en el mensaje coinciden con las escritas en el libro.
Según consideran las autoridades especializadas, el lanzamiento de la botella probablemente formaba parte de un proyecto destinado a investigar las corrientes marinas.
Lo cierto es que, aunque la historia parece sacada de un cuento infantil, durante casi setenta años, muchos marineros alemanes de dedicaron a lanzar al mar miles y miles de botellas con mensajes, de las cuales solo han sido recuperadas 663, contando esta última. Vale resaltar que, hasta el reciente descubrimiento, el mensaje embotellado más antiguo había sido encontrado en 2015 en una playa en Alemania y tenía 108 años, 23 menos que el que Tonya Illman acaba de descubrir.