“Pigcasso” y su revolución en el arte contemporáneo
Todo parecía indicar que el curioso animal seguiría el mismo destino que muchos de sus compañeros: morir en un matadero, pero la activista y fundadora del refugio de animales Farm Sanctuary, situado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, llamada Joanne Lefson lo impidió. Cuando solo contaba con cuatro semanas de edad y se encontraba en una empresa cárnica, Lefson la rescató, y a partir de ese momento su vida cambió para siempre. Lefson inmediatamente se percató de la afinidad de la cerdita con la pintura, y comenzó a entrenar a Pigcasso con varios refuerzos positivos. En el mes de enero realizó su primera exposición, titulada Oink! –que en inglés significa ruñir-. Luego de pasar una temporada en su ciudad natal, Ciudad del Cabo, llegará a varias ciudades europeas, entre las que se encuentran Ámsterdam, Berlín, Londres y París.
Para quienes entienden de arte, y están convencidos de que este es algo de condición elitista, les llega la noticia de que hasta los cerdos pintan. No se trata para nada de reducir la majestuosidad de la plástica, sino de darle visibilidad a “personalidades” del momento como Pigcasso (llamada así en clara referencia al famoso pintor español exponente del cubismo Pablo Piccaso), una cerdita sudafricana que se ha vuelto una celebridad en el mundo de las artes.
Como señala el diario español El País en su versión digital, con el tiempo la cerdita comenzó a jugar con los lápices y pinceles de su dueña, y pronto el simple juego se convirtió en un marcado interés. De manera jocosa, Lefson señala a la revista National Geographic que precisamente eran estos utensilios los únicos que el animalito no se comía.
La cerdita rosada de 200 kilos de peso, lo mismo hace sus obras en el interior de su estudio, dentro del refugio, que en los exteriores. Siempre utiliza colores llamativos, y sus trazos resultan enérgicos. Tiene un estilo catalogado como expresionismo abstracto, el cual hace alusión al movimiento pictórico que nació y se desarrolló en los Estados Unidos a principios de los años cuarenta y que adquirió su máximo desarrollo a comienzos de los años cincuenta. En el contexto del mismo, se hace una pintura no figurativa y que se aparta de referencias del mundo material.
De un día para otro la cerdita se ha hecho famosa. Sin dudas a ello ha contribuido que su dueña le haya creado una cuenta en la red social Instagram, sitio en el cual Joanne Lefson cuelga los videos del proceso creativo. Pero la atención sobre la susodicha no ha quedado solo en las redes, sino que ha encontrado reconocimiento dentro del circuito de las artes.
Una simple muestra de ello es el hecho de que en el mes de enero realizó su primera exposición, titulada Oink! –que en inglés significa ruñir-. Luego de pasar una temporada en su ciudad natal, Ciudad del Cabo, llegará a varias ciudades europeas, entre las que se encuentran Ámsterdam, Berlín, Londres y París.
Cada cuadro tiene el precio de mil euros, lo que se recaude con las ventas o en la exposición, servirá para financiar el refugio donde vive, al tiempo que hará posible hacer una conciencia al público sobre el impacto medioambiental de determinadas explotaciones cárnicas. Vale añadir cada uno de los lienzos tienen un certificado de autenticidad firmado por la artista Pigcasso.
Contrario a lo que podría pensarse, Pigcasso no es la única exponente del reino animal que ha incursionado en el mundo de arte. Varios mamíferos entre los que se incluyen aves, monos y rinocerontes, han desarrollado habilidades pictóricas reconocidas.
