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viernes, 30 de marzo de 2018

Los test de embarazo más raros

Por DianaLeon

El querer determinar si una mujer estaba embarazada es una necesidad que se extiende a lo largo de la historia. Pero en la antigüedad los métodos y test para determinar el embarazo no eran tan evolucionados como los que poseemos en la actualidad. En este post les dejamos algunos de esos test raros y sorprendentes.

El querer saber si una mujer está encinta o no es una situación que ha preocupado en todas las épocas. En las edades antiguas, cuando no se contaba con los dispositivos modernos para este tipo de diagnósticos, se empleaban métodos que ahora nos parecerán bastante sorprendentes y poco fiables.

Uno de los más conocidos y que se empleó incluso hasta comienzos de los setenta era usar ranas en los test de embarazo. Por este motivo las farmacias contaban con su propio set de batracios para tales fines. Esta práctica se remonta a décadas atrás, cuando un grupo de científicos descubrió que al inyectar orina de una mujer embarazada en la rana hembra africana de uñas, se inducía su ovulación en un plazo de unas 18 horas. Este método en realidad era bastante fiable, pues en el 95 por ciento de los casos, aunque solo daba positivo si la mujer llevaba varias semanas de la gestación.

Otro método relacionado con el anterior era inyectar orina de una mujer en machos de sapos argentinos (Rhinella aeranurm) y si la fémina estaba embarazada, se producía la maduración y expulsión de sus espermatozoides. Sólo se tenía que esperar de 2 a 3 horas y examinar la orina del sapo al microscopio. Ambos test no eran aleatorios, sino que tenían una base científica, pues solamente las mujeres embarazadas producen la hormona gonadotropina coriónica humana, que induce esas respuestas en los anfibios.

Otros métodos más antiguos de otras civilizaciones fueron, por ejemplo, en la antigua Grecia, donde Hipócrates, el padre de la medicina, consideraba que la única manera de determinar si una mujer estaba embarazada era introducir una cebolla en la vagina a lo largo de una noche y si a la mañana siguiente esta hortaliza conservaba su sabor significaba que estaba embarazada.

Por su parte, el papiro egipcio de Lahun es un tratado de ginecología y obstetricia de 3 800 años de antigüedad y, además de contener una receta anticonceptiva de supositorio vaginal a base de heces de cocodrilo, miel y carbonato sódico; describe un método para determinar el embarazo y el sexo del feto. Los especialistas egipcios pedían a la mujer que orinase sobre dos recipientes, uno con semillas de cebada y otras de trigo. Luego de unos días se observaba lo que había ocurrido en los recipientes: si no había germinado ninguna semilla la mujer no estaba embarazada; si había germinado la de cebada, estaba embarazada y esperaba un bebe varón, y si lo que había germinado era el trigo el bebé sería de sexo femenino.

Por otro lado, los médicos chinos empleaban un método más sencillo pero no por ello más fiable. Estos exploraban el pulso de las mujeres en cuanto a regularidad, amplitud, tamaño y determinar así si una mujer estaba embarazada.