Los piercings íntimos no tienen cabida en Gales
A los «no podrás» en Gales (Reino Unido) se suma uno nuevo. Esto sucederá con la entrada en vigor de una ley que prohibirá a los menores de edad abrirse «piercings» en zonas del cuerpo como la lengua, los pezones o los genitales.
La prohibición, que comenzará a aplicarse este jueves, no se extiende al resto de las naciones de Reino Unido y está basada en argumentos de índole sanitarios, según los cuales los jóvenes siguen creciendo en la adolescencia, de acuerdo con el Gobierno laborista galés, por lo que una perforación íntima a una edad temprana puede originar complicaciones a medida que el cuerpo se desarrolla.
Dicha legislación comprende, además, que los menores pueden carecer de la experiencia o el conocimiento requeridos para limpiar, de forma adecuada, un piercing íntimo, incrementando el riesgo de una posible infección. Ahora, esta prohibición no se extenderá a otras áreas del cuerpo humano como párpados, ombligo, orejas o labios, zonas que sí pueden continuar siendo perforadas legalmente.
Además, tal decisión está respaldada por diversos estudios científicos. Uno de ellos, publicado en el 2008 en el British Medical Journal. El mismo señala que las perforaciones en la lengua son las más problemáticas pues un 50 % de los jóvenes de entre 16 y 24 que se las practican terminan sufriendo serias complicaciones. A esta le siguen los «piercings» en los genitales, con complicaciones en el 45 % de los casos, y en los pezones, con un 38 %. Aunque, en general, y según revela dicho estudio, uno de cada cuatro acaba desatando problemas de salud.
Entonces, quienes incumplan la norma podrán ser castigados con una multa, cuyo valor deberán determinar las autoridades locales en cada caso. Por otro lado, los perforadores profesionales deberán exigir a sus clientes que demuestren su mayoría de edad con los documentos correspondientes.
Sin embargo, la regulación de los «piercings» difiere en las distintas naciones que conforman Reino Unido, aunque en todo el territorio se aplica la prohibición de realizarlos en los genitales o en los pechos de las féminas menores de 16 años. Cabe decir que algunos temen que la prohibición, en Gales, ocasione un aumento inusual de los «piercings» realizados de manera clandestina, incrementando más aun los riesgos sanitarios.
Otros, los más críticos con el Gobierno de Gales, no dejan pasar una aparente contradicción, la que advierte que apenas unos días antes de la entrada en vigor de la prohibición, el Ejecutivo galés propuso rebajar la edad de voto en las elecciones locales hasta los 16 años de edad.
