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jueves, 1 de marzo de 2018

Cuba no quiere dos monedas

Por H_player36

Según se ha dejado saber por el gobierno cubano, los días de la dualidad monetaria en ese país están contados, debido a que la unificación bajo una sola monedas uno de los temas prioritarios para este año. Sin duda será, además, una de las medidas más complejas a llevar a cabo como parte de la política de actualización de la economía que se desarrolla desde el 2008. Las dudas son muchas aunque ciertamente los especialistas califican de esta medida como algo necesario y, más aún, urgente. En teoría, este cambio traería consigo un pequeño despegue de la economía cubana, que tan esquivo le ha sido encontrar.

Sin embargo, de la teoría a la práctica va un buen trecho: no pocas personas en la Isla se preguntan cómo se realizará ese proceso y cuál será su impacto en la sociedad. También hay que tener en cuenta que son varios los grupos más vulnerables en la población de ese país, como los jubilados.

El peso cubano convertible, conocido como CUC, se introdujo en ese país en 1993, como una solución a corto plazo para la profunda crisis económica que se vivía con motivo del derrumbe del campo socialista. La idea era introducir una moneda fuerte que fuera el equivalente al dólar, que circulara al mismo tiempo que el peso cubano, que se encuentra fuertemente devaluado. De esta forma, la tasa cambiaria entre ambas monedas ha variado un poco con el paso de los años, hasta situarse en la actualidad a un CUC por 25 pesos cubanos (CUP).

Según muchos cubanos, para saber si la medida será bien aceptada o no, hay que esperar a ver cómo se establece y a quiénes afecta o no. La realidad es que no se trata solo de la dualidad monetaria. Una transformación de esta índole y magnitud tiene mucho más consigo, como la política cambiaria, ya que cabe recordar que en Cuba existen más de cinco tipos de cambios diferentes y también coexisten diferentes tipos de relaciones entre los distintos modelos de empresa o instituciones que conviven en ese país.

La unificación de la moneda será una medida que tendrá consecuencias en todas las esferas de la vida en ese país. Hay quienes afirman que es preferible lograr una estabilidad económica en la Isla antes de enfrascarse en un proceso como referido a su moneda. No son pocos los precios que están al alza en el país, y varios productos –incluso de la canasta básica- escasean con más frecuencia cada vez, por lo que la preocupación mayor de las personas está en la sostenibilidad económica de los hogares. No obstante, por lo general, entre la población existe a confianza en que los cambios que se lleven a cabo vendrán afectarán en la menor medida posible al pueblo.

Es una realidad que la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria, por sí sola, no va a solucionar de manera mágica los problemas que acumula la economía de ese país caribeño, pero según se ha dicho desde su máxima dirección, sí constituye el proceso más determinante para avanzar en la actualización del modelo económico.

Si las preocupaciones y las alarmas se encienden ahora es porque el 21 de diciembre de 2017 Raúl Castro, presidente de Cuba, dijo en la sesión final del parlamento que este tema le ha tomado demasiado tiempo a Cuba y que no puede dilatarse más su solución. Ahora, cuando queda poco tiempo para que Castro abandone el poder en las elecciones del país, la gente se pregunta si el cambio vendrá antes o después del cambio político. En cualquier caso, serían varias transformaciones fuertes en un corto período de tiempo.