Conociendo la Bóveda del Fin del Mundo
Las preocupaciones por que una catástrofe pueda llevar al planeta a escases y a poner en peligro su continuidad y la de la vida en el mismo, no es solo idea para cientos de películas y libros. Lo cierto es que la preocupación está presente en la mayoría de los gobiernos, que dedican esfuerzos para tener reservas de grano en caso de una hipotética catástrofe apocalíptica. Esta estructura es la llamada Bóveda del Fin del Mundo, la mayor despensa de semillas en el planeta en previsión de una catástrofe global. El silo fue inaugurado en 2008 por el gobierno de Noruega, y llegó este mes a sus 10 años y almacena más de un millón de muestras de semillas de diferentes cultivos.
Las preocupaciones por una catástrofe que pueda llevar al planeta a escases e incluso a poner en peligro su continuidad y la de la vida en el mismo, no es solo material para cientos de películas y libros. Lo cierto es que la preocupación llega a la mayoría de los gobiernos del mundo, que dedican también esfuerzos para tener reservas de grabo en caso de una catástrofe apocalíptica. Nos referimos a la llamada Bóveda del Fin del Mundo, la mayor despensa de semillas del planeta en previsión de una catástrofe global. El silo acorazado inaugurado en 2008 por el gobierno de Noruega, llegó a sus 10 años y almacena en su interior más de un millón de muestras de semillas de diferentes cultivos de todo el mundo.
Esta construcción pudiera calificarse como una de las más extrañas del planeta: enterrada a 120 metros en el interior de una montaña en una isla del archipiélago noruego de Svalbard. Además, contiene una cámara acorazada llena de semillas que podrían servir de alimento a los supervivientes de una catástrofe planetaria como un fuerte cambio climático, una plaga devastadora o un apocalipsis nuclear.
Su nombre verdadero es Cámara Global de Semillas de Svalbard (Svalbard Global Seed Vault) y pudiéramos decir que es una especie de «arca de Noé» vegetal. En conmemoración de su décimo aniversario, recibió más de 70 mil variedades de cultivos, como alimentos básicos como arroz, trigo y maíz, y otros más exóticos como el caupí (guisante que es una importante fuente de proteínas en África y Asia), muestras de sorgo, mijo perla y guandú (frijol de palo).
Esta bóveda no es sólo albergue de cultivos normalmente conocidos, sino que ha llegado a ella otros de más reciente conocimiento o creación, como el maní Bambara, que se está desarrollando como cultivo tolerante a la sequía en partes de África, y la llamada patata de cebolla de Estonia, que forma parte del depósito de ese país, junto con variedades de frijoles únicos de la nación.
Según Marie Haga, directora ejecutiva del Crop Trust, institución que administra el silo junto con el gobierno noruego y el Nordic Genetic Resource Centre (NordGen), este sitio es un recordatorio del notable esfuerzo de conservación que se realiza a diario en todo el mundo, un esfuerzo por conservar las semillas de nuestros cultivos alimentarios.
La directiva explicó que salvaguardar una gama tan grande de semillas implica también que los científicos tendrán mejores posibilidades de desarrollar cultivos nutritivos y resilientes que puedan garantizar que las futuras generaciones sobrevivan y prosperen.
El primer año en el que la bóveda abrió sus puertas recibió depósitos con más de 300 mil tipos diferentes de semillas y las entregas continuaron varias veces al año desde entonces desde gran número de las naciones del mundo, como Australia, Alemania, Burundi, Colombia, Corea del Norte, India, Japón, Rusia, Estados Unidos y muchos otros.
Como explica Jon Georg Dale, ministro noruego de Agricultura, la agricultura enfrenta variados desafíos por el clima extremo y los requerimientos de una población mundial que se espera llegue a 10 mil millones de personas en el 2050. Esto implica de por sí la importancia de asegurar que las semillas, base de nuestro suministro de alimentos, se conserven de forma segura.
Actualmente el número total de variedades de cultivos únicos en la Bóveda está en 967 216. El total recibido por Seed Vault es de 1 059 646 y aún puede almacenar más pues tiene capacidad para hasta 4,5 millones de muestras y 2 mil millones de granos.
Estos se conservan a 18ºC bajo cero en paquetes sellados en cajas de aluminio. La baja temperatura y el limitado acceso al oxígeno hacen que los granos mantengan una actividad metabólica baja y retrasan su envejecimiento.
Además, las instalaciones están preparadas para soportar terremotos, explosiones nucleares, erupciones volcánicas, incrementos significativos del nivel del mar, etc... Según los creadores, la conservación de las semillas está garantizada por siglos. Y en caso de necesidad, la propiedad del material pertenece al país o banco de genes que lo haya depositado.