Colombia será antitaurina
La tradición taurina ha encontrado a lo largo de la historia una dualidad en cuanto a personas a favor y en contra. Una tradición heredada de los siglos de colonización española que vivió Hispanoamérica. Colombia es uno de esos países que tiene arraigada en sus tradiciones este ejercicio, pero esa realidad está a punto de cambiar.
En el país suramericano ha sido aprobado recientemente por parte de la Cámara de Representantes en el segundo de cuatro debates, un proyecto de Ley que prohíbe la utilización de animales en cualquier acto de carácter público, como las peleas de gallos, el coleo y las corralejas, hecho que acabará también definitivamente con las corridas de toros en el país.
Por su parte la Corte Constitucional fijó al Congreso un plazo hasta el diez de mayo de 2019 para legislar acerca del controversial tema que definirá la permanencia de la actividad taurina como un ejercicio legal. Lo cierto es que muchos han sido los esfuerzos aunados a fin de acabar con esa práctica considerada abusiva para los animales y extremadamente peligrosa para quienes la ejercen.
Uno de los fieles defensores de este proyecto, el miembro del Parlamento Mauricio Salazar, expresó a la prensa que este paso se trata de un hito en la historia de la protección animal en su país. Por otra parte, su homólogo Guillermo García Realpe felicitó la iniciativa y expresó su deseo de que el proyecto avance sin problemas al Senado, agregando que ese era un reclamo de la sociedad más sensible con los animales, y un imperativo establecido por la Corte Constitucional.
En ese sentido vale destacar que aun la iniciativa debe avanzar hacia esa instancia y ser sometida al debate de la Comisión Séptima y finalmente en la plenaria de esa corporación.
Un dato que fue publicado es que el pasado año, a raíz del regreso de las corridas de toros a la Plaza Santamaría en Bogotá tras cinco años sin actividades, las protestas anti-taurinas dejaron un saldo de 34 heridos.
El centro había cerrado en junio de 2012 por mandato del alcalde de la capital colombiana dada la peligrosidad de las actividades que en ella se realizaban. Sin embargo, la Corte Constitucional ordenó su reapertura en septiembre de 2014.