Un viaje al sudeste asiático para encontrar a su hija
Hoy se cumplen, exactamente, siete meses desde aquella mañana en la que Jorge Langone fue por su hija, Alum Langone Avalos, a un colegio en el barrio de Flores y ambos desaparecieron de la Argentina. Pero en estos siete meses Elizabeth Avalos, la madre de la pequeña, ha buscado mediante todas las alternativas posibles para poder contactar con su niña y, al menos, conocer si esta se encuentra a salvo. Y no es para menos que se preocupe ya desde el 5 de junio del pasado año, Elizabeth no tiene contacto alguno con su hijita. Igualmente cabe decir que el padre y Elizabeth se habían separado hace cinco años.
«Sabía que esto pasaría», le contó Elizabeth Avalos a Infobae en un diálogo por un servicio de mensajería telefónica ya que el progenitor de la niña había actuado así en otras oportunidades, pero nunca había salido del país con la menor. Y siempre, más tarde que temprano, terminaba regresando. No obstante, Elizabeth lo denunció, todas las veces, aunque «él apagaba su celular y parecía como si se los hubiese tragado la tierra, esto hasta que a él se le ocurría devolverla», añadió Avalos.
Pero esta vez el hombre fue demasiado lejos, como mismo la madre de la chica, quien en la actualidad, se encuentra en un país del sudeste asiático para continuar buscando.Y hace unos días estuvo en Malasia, desde donde se trasladó a este país asiático para seguir la pista sobre el supuesto paradero de la niña, el padre y la novia de este, una mujer de 35 años llamada Candela Gutiérrez (con ese nombre no ofrece mucha confianza).
Asimismo, y de acuerdo con datos surgidos de la propia investigación, Langone se llevó a Alum en medio de una pelea por la tenencia con Avalos. Entonces, pocos días después de que desaparecieran ambos, la Justicia confirmó que el cuidado de la niña le correspondía a la madre. Así, el hombre inició su «escape» con la pequeña, una huida que incluyó los países de Bolivia y Brasil, de donde siguió, supuestamente, hacia Asia. No obstante, todavía no se sabe cómo consiguieron el dinero para los trayectos y desde cuándo se encuentran en este gran continente.
Por otra parte, Elizabeth Avalos, de 27 años, explicó que la relación con su ex fue tormentosa durante años y que la violencia siempre estuvo. Mientras que la relación de Alum con su padre si era buena, por lo que la nena siempre demostró interés en verlo. Así y todo, aún no puede entender que ambos se hayan borrado de la tierra de esa manera, aunque quizá esto responda al hecho de que, según Avalos, su ex marido es muy hábil con la palabra, habla varios idiomas y tiene facilidad para empatizar con la gente.
Además, el hombre de 41 años es músico y durante un breve período de tiempo lideró el grupo de música reggae Kabra Kumari, para luego dedicarse a las producciones musicales, es decir, que conoce a muchas personas y tiene sus contactos. Todo esto, unido a los prolongados tiempos de acción de la justicia civil argentina, debe haber influido en que ella haya estado tanto tiempo lejos de su hija, a quien continuará buscando aunque deba seguir viajando por todo el mundo.