Sin perdón para Lodroño
Hace varias décadas que Rodrigo Londoño se había ido de La Tebaida, una conocida zona cafetera de Colombia, para convertirse luego un alto jefe de la guerrilla de las FARC. Ahora quería volver, en plan presidencial, pero apenas en Armenia le demostraron que no hay perdón en la zona por alzarse en armas y apoyar un movimiento armado que ha costado tanto para Colombia.
Fue un recibimiento hostil al ex líder guerrillero Rodrigo Londoño mientras hacía campaña por la presidencia de Colombia en la región productora de café que abandonó hace cuatro décadas para unirse a los rebeldes. El viaje de Londoño a su ciudad natal, La Tebaida, fue promocionado con anterioridad por sus partidarios como una oportunidad de solicitar votos con un mensaje de esperanza y justicia para los pobres. Pero la “buena” idea naufragó antes, incluso antes de comenzar, cuando fue expulsado de la cercana ciudad de Armenia un día antes.
Un video que circulaba en las redes sociales mostró el momento en que Londoño, usando un chaleco antibalas, tuvo que ser sacado apresuradamente de un edificio por sus nerviosos guardaespaldas debido a un pequeño grupo de abucheadores que lo esperaban. Más tarde, tuvieron que llamar a la policía antidisturbios para controlar a una muchedumbre enojada que gritaba "asesino" y "violador" arrojando huevos a camioneta blindada y arrancando violentamente un alerón de plástico del techo. Londoño, más conocido por su nombre de guerra Timochenko, desestimó los incidentes como el trabajo de un pequeño grupo de extremistas de derecha empeñados en sabotear la implementación del acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y sus Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Claro, el “NO”, del referéndum popular en Colombia, no ha quedado atrás, y las cifras de aquello, bien responden a la negativa de buena parte del pueblo colombiano en aceptar a dirigentes guerrilleros en el plano político. Es muy pronto. Londoño igual tiene sus excusas. "La campaña de desprestigio de los últimos 50 años produce estas consecuencias", dijo en un comunicado. "Es comprensible que la gente tenga prejuicios. Pero, poco a poco, transmitiremos nuestro mensaje y cambiaremos esas impresiones”.
Mientras que los ex guerrilleros han mantenido su promesa de desarmarse, muchos colombianos se muestran reacios a pasar página en un conflicto que dejó al menos 250 mil muertos, otros 60 mil desaparecidos y más de 7 millones de desplazados. Las encuestas muestran el apoyo a Timochenko antes de las elecciones presidenciales de mayo con muy bajos dígitos. El otrora grupo rebelde más grande de la nación ahora se conoce como la Fuerza Revolucionaria Alternativa Común, manteniendo su acrónimo español de FARC, y tiene garantizados 10 escaños en el Congreso., y ahora busca la presidencia con Londoño a la cabeza. Timochenko visitó secretamente su lugar de nacimiento una vez antes de que se firmara el acuerdo de paz. Pero su viaje a La Tebaida el fin de semana fue su primera visita pública a la ciudad y su discurso a unas pocas docenas de residentes fue salpicado de referencias al maltrato de los campesinos que presenció como el hijo de un comerciante comunista que crecía en una zona rural envuelta por la violencia política.