Neruda: 45 años de su muerte y persisten las dudas
A unos meses de cumplirse el aniversario 45 del fallecimiento del autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, las incógnitas sobre las causas de su deceso permanecen en el debate público. Hasta finales del año 2017 se aceptaba la teoría –recogida en su acta de defunción- de que el cáncer de próstata había acabado con la vida de Pablo Neruda, sin embargo, su claro rechazo a la dictadura de Pinochet hizo sospechar, desde ese fatídico 23 de septiembre de 1975, que había sido asesinado.
El contexto de la muerte habla por sí solo: el día 11 del noveno mes del año, el militar Augusto Pinochet asestaba un golpe de Estado y acababa con el proyecto socialista desarrollado por Salvador Allende en Chile. La persecución a los comunistas iniciada por el dictador no excluyó al poeta latinoamericano, quien, ante una infundada revisión por parte de los militares a su casa, atinó a responder: “Miren por todas partes, solo encontrarán una cosa peligrosa para ustedes: la poesía”.
Neruda entendió inmediatamente que su vida y la de su esposa, Matilde Urrutia, corrían peligro, y no demoraron en planificar una huida a México. El diario peruano El Comercio explica que ambos montaron una escena para trasladar al poeta a una clínica de Santiago de Chile y así ponerse a resguardo, mientras se preparaba su asilo en el país azteca.
“El plan era el siguiente: un avión recogería a Neruda el 24 de setiembre y lo llevaría rumbo a México gracias a las gestiones del embajador Gonzalo Martínez Corbalá (testigo clave en este caso, que afirmó que en ese momento el poeta no presentaba signos de agonía, sino que “hablaba y actuaba normalmente”)”, precisa el texto. El 23 de septiembre, mientras Matilde recogía objetos personas de su esposo, recibe una llamada de este y lo escucha exaltado. “Él le contó que mientras dormía entró un doctor y le puso una inyección en el estómago”, relata El Comercio. Horas después, Neruda dejó de existir.
La incertidumbre había primado hasta que en octubre del 2017 unos 16 expertos y peritos de España, Estados Unidos, Dinamarca, Canadá, Francia y Chile, realizaron un análisis científico que determinó que el Nobel de Literatura no había muerto a causa de una caquexia cancerosa provocada por el mal que padecía. No obstante, aún no se sabe, a ciencia cierta, qué originó que el cantor chileno dejara de existir, y eso que ya van siete años de que se abriera una investigación judicial para aclarar si murió a causa del cáncer o fue envenenado con estafilococo dorado por agentes de la dictadura de Pinochet.
Resulta ser que la opción del envenenamiento también ha sido descartada, luego de que en abril de 2013 se exhumaran los restos del artífice de Residencia en la tierra y, tras varios meses de pruebas, no se encontrara evidencia de ello. Un nuevo manto de dilema se cierne hoy sobre el caso Neruda, y es que la entrega de las conclusiones forenses al juez encargado del asunto depende de un entuerto financiero, asegura la agencia de noticias Prensa Latina (PL). Manuel Araya, quien fuera chofer, ayudante personal del poeta y acompañara a la pareja cuando planificó su estampida del país suramericano, explicó que el gobierno de Chile adeuda a los laboratorios internacionales especializados cerca de 59 mil dólares para obstaculizar las investigaciones y así impedir la consecución de los resultados.
Como señala PL, la voz de Araya se ha convertido en autoridad mundial, después de sus insistentes denuncias respecto a las verdaderas causas del deceso del autor de Canto General, utilizando la frase “Fue asesinado”. Al parecer, toda la responsabilidad para aclarar el hecho descansa sobre un molar rescatado de los restos de Neruda, en el cual el Centro de ADN de la Universidad de Hamilton, en Canadá, encontró vestigios del Clostridium botulinum, una sustancia mortal. Faltan múltiples tests, pero, al menos hoy, se dice que Neruda murió de complicaciones por una enfermedad intratable por aquel entonces, aún cuando la posibilidad de envenenamiento deviene un secreto a voces.