Muriel no celebra en el festival de David De Gea
El Sevilla le dio un baño de fútbol al Manchester United en la ida de los octavos de final de la Champions, pero la pobre puntería del conjunto andaluz y la magia de David De Gea bajo los tres palos frustraron los festejos en el Sánchez Pizjuán, donde el colombiano Luis Muriel lo intentó desde todos los ángulos sin fortuna. A la postre, el duelo se sentenció con un magro empate a cero, muy característico del estilo pragmático que plasma José Mourinho.
Un total de 19 remates realizó el Sevilla, ocho entre los tres palos, por solo seis y dos de los Diablos Rojos, que dieron la impresión de conformarse con la igualada sin goles para definir en Old Trafford. Esos números ejemplifican claramente el guion del encuentro, marcado también por el planteamiento del técnico portugués, quien al parecer quiso mandar un mensaje a los dueños del club inglés: no tengo plantilla para ganar nada.
Mou, tan particular como siempre, dejó en el banco de suplentes a una de las supuestas estrellas del plantel, el francés Paul Pogba, quien costó más de 100 millones de euros y fue relegado por Scott McTominy, un canterano desconocido. Además, Martial y Rashford, los revolucionarios atacantes, tampoco jugaron de inicio en favor de Alexis Sánchez, otro que costó una millonada y no se vio en la cancha de Nervión.
Quién sí hizo acto de presencia fue Luis Fernando Muriel, el atacante del Sevilla que se ha convertido en el principal referente de la ofensiva andaluza. El cafetero se mostró en un gran partido, contra un rival de cartel más que reconocido, y mandó un mensaje de confirmación a José Pekerman, quien debe tenerlo en cuenta como compañero de categoría para Radamel Falcao en la delantera de cara al Mundial.
El ariete de Santo Tomás (26 años) fue el revulsivo del Sevilla con su permanente insistencia, pues probó con disparos lejanos, escorado a la izquierda o a la derecha, en el centro del área o retrasado en papel de asistente. Muriel se esforzó al máximo y nadie estuvo más cerca de batir a un inspiradísimo David De Gea, quien realizó varias atajadas de mérito, pero sobre todo un par en acciones directas con el colombiano: un derechazo bajo desde fuera del área y un cabezazo a bocajarro.
En ambas oportunidades el arquero del United demostró reflejos y mantuvo su marco imbatido, para fortuna de Mourinho, quien observó como el Sevilla, con una plantilla más que modesta, se comía el millonario proyecto de su equipo. De cualquier manera, no permitió tantos como visitante, detalle que deja muy abierta la eliminatoria para la definición en Old Trafford, donde ambos conjuntos saltarán con una gran bolsa de sueños.
