Miguel Bosé se queda sin secretos en Viña del Mar
Miguel Bosé (61 años) fue el encargado de inaugurar esta semana el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar que tiene lugar cada año en Chile. Además de semejante honor, el cantante fue reconocido con el premio Artista Icono de Viña del Mar después de más de 40 años de carrera musical.
En el proceso de lograr una exitosa carrera también ha tenido algún que otro bache. Como músico no se ha librado de los excesos que pueden acarrear la fama. En el encuentro, Bosé ha comentado que tuvo momentos de alcohol; incluso que se había bebido todo lo que estaba a su alcance, todo el que ha dado tiempo a beber y el mejor, el malo también. Con respecto a los cigarrillos también confesó consumir de todo un poco.
Pese a todo, Bosé aseguró que nunca dejó de cumplir con sus compromisos profesionales. Yo estuve perdido, dijo, pero me he encontrado en las mañanas por ese sentido de la responsabilidad que tengo y de respeto a algo que se llama la música, que me lo ha dado todo en la vida y a la que le debo absolutamente todo, y por respeto me he levantado cada mañana a pesar de los pesares y he estado a la altura en cada situación que tenía que estar. Eso ya fue un tiempo pasado.
Una existencia que cambió cuando tomó conciencia de la vida que estaba llevando. Según él, en la actualidad no hace nada porque ya lo había hecho todo. El nacimiento de sus hijos le cambió la vida y la manera de llevar sus actuaciones en público.
Miguel Bosé creció en un ambiente rodeado de arte y cultura, ya que sus padres eran amigos íntimos de Pablo Picasso y Ernest Hemingway. Él mismo se define como un niño solitario al crecer rodeado de mujeres (madre y hermanas) que se refugió en la lectura. Estudió en el Liceo Francés de Madrid9 y a principios de la década de 1970; tomó clases de danza en Londres con Lindsay Kemp, en París con Martha Graham y con AlvinAiley en Nueva York. Fue en aquellos años donde decidió hacerse llamar Miguel Bosé.
Con relación a su carrera, los primeros años de 1990 reciben el lanzamiento de su álbum Los chicos no lloran, que acerca a Miguel a un sonido más comercial y aportan una imagen más accesible para todos los públicos. El disco se ganaría poco a poco varios éxitos en sencillo, pero perdería el glamour y la sofisticación de los trabajos anteriores. La exitosa gira de presentación del disco se recogería en su siguiente trabajo Directo '90.
Tras un corto periodo de relax, en 1991 Bosé consigue otro éxito, esta vez en el mundo cinematográfico, con su papel de juez travestido en la película de Pedro Almodóvar Tacones lejanos.
En 1993 se presenta en el mercado español el álbum Bajo el signo de Caín que posteriormente, en 1994, se editará en versión inglesa e italiana. El disco es algo así como el regreso al camino de la experimentación y refleja una notable madurez artística creando un puente sonoro con XXX, pero más intimista e innovador si cabe y cargado de una belleza ambiental casi cinematográfica. "Si tú no vuelves" y "Nada particular" fueron los sencillos de mayor éxito del álbum. De nuevo una exitosa gira devolvería a Bosé sobre los escenarios, para continuar con la aparición en la importante producción francesa, La reina Margot.
En 1996 saldría Laberinto, compleja continuación de Bajo el signo de Caín, aún más experimental y críptica, que tan sólo contenía un tema meramente comercial al uso, "La autoradio canta". El disco luego sería reeditado, incluyendo tres temas más comerciales, entre ellos el sencillo "Este mundo va", para asegurar así su éxito de ventas. También en 1995 Miguel Bosé aparece en el cortometraje Detrás del dinero de Alejandro González Iñárritu.