Hosmer, ocho años para levantar a los Padres
Desde hace mucho tiempo no se escuchaba hablar de los Padres de San Diego como equipo protagonista del mercado grande de MLB, por ello, tal vez muchos no tomaron en serio la intención de la franquicia de firmar a Eric Hosmer, una de las piezas doradas de la agencia libre que pasó el invierno envuelto en una colcha esperando por un contrato de relieve.
Pero el gerente general A.J. Preller finalmente movió las piezas y dijo las palabras mágicas para convencer a Hosmer, quien a las claras buscaba un acuerdo multianual de larga duración (ocho años) y una cifra superior a los 140 millones de dólares, al menos en este punto culminante de la temporada muerta, porque en el invierno se rumoró que sus exigencias andaban por los 160-170 millones. Lo cierto es que el inicialista rechazó a su antiguo equipo, los Reales de Kansas City, y ahora se pinta como la figura del cambio en San Diego, franquicia que anda en caza del primer título de su historia.
Claramente, los Padres no han apostado por Hosmer para tenerlo como un jugador complementario en su roster. Más allá de su imprescindible aporte en el campo, ellos esperan que el toletero zurdo sea el eje del camerino y lidere la resurrección de un elenco hundido en posiciones zagueras desde hace muchísimo tiempo, al punto que desde el 2006 no ganan un título en la División Oeste de la Liga Nacional, y desde 1998 no llegan a la Serie Mundial. Sin dudas, esa es una espera demasiado larga para los fanáticos de la mayor ciudad de California, quienes ahora esperan un brillante desempeño de Hosmer.
En sus primeros días de entrenamiento con el equipo, el chico no ha hecho quedar a los dirigentes que apostaron por su fichaje, pues se ha involucrado rápidamente a la dinámica del manager Andy Green y se ha relacionado a la perfección con sus nuevos compañeros, a quienes casi no conocía. Su llegada, además, debe quitar peso como líder a Will Myers, Novato del Año hace cuatro campañas, quien no tendrá la misma presión, ni tampoco el prospecto Manuel Margot, quien llegó a San Diego como parte del paquete que las Medias Rojas enviaron por el estelar cerrador Craig Kimbrel.
Hosmer, de 28 años, llega a los Padres en el momento cumbre de su carrera, tras culminar la mejor campaña de su vida (318/385/498-25 jonrones), por lo que los Padres buscarán sacarle mucho provecho en los años dulces de su trayectoria, en los cuales le pagarán un alto por ciento del contrato. Por ejemplo, en los primeros cinco años recibirá 105 millones, y dejarán solo 39 para cubrir las tres últimas temporadas. Justo tras cumplir su quinto curso en San Diego, Hosmer podrá salirse del contrato. Estos detalles ofrecen cierto margen de maniobra para la gerencia del club, que puede mercadear a un jugador con salario amable en los años finales del contrato, todo ello, por supuesto, si no están satisfechos.
