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jueves, 22 de febrero de 2018

Colombia declara la guerra a los hipopótamos de Escobar

Por Mayli

A pesar de haber muerto durante un cuarto de siglo, Colombia continúa luchando contra el legado del señor de la droga Pablo Escobar. Pero esta vez no se trata de narcóticos, sino de la protección de un ecosistema contra la amenaza en la que se convirtieron los hipopótamos salvajes que dejó el archi conocido Escobar.

Elefantes, jirafas y rinocerontes también poblaron la majestuosa granja como si fuera el Arca personal de Noé de Escobar. Pero después de su caída, el Estado colombiano expropió la hacienda y trasladó a sus residentes exóticos a zoológicos en las ciudades de Medellín y Bogotá. Todo, es decir, a excepción de los hipopótamos. "Eran cuatro", dice David Echeverri López, biólogo de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas del Río Negro y Nare (CORNARE), una región afectada por la invasión de hipopótamos.

Ahora, hay más de 40. Cruzaron las puertas de la Hacienda Nápoles hacia la libertad en el río Magdalena, donde la población aumenta sin control. A diferencia de África, en Colombia no tienen depredadores naturales. "Están en un área tranquila donde se están reproduciendo", dice Echeverri. Él explica: "Es una especie invasora que está causando problemas para los sistemas nativos". Su gran masa -pesan de 1 a 3 toneladas- y su comportamiento territorial los convierte en una amenaza para la población del río, especialmente para los pescadores.

La OMS ha clasificado al hipopótamo como uno de los animales más agresivos del mundo y el más mortal en África para los humanos, con un promedio de 50 muertes por año. "No hemos tenido ataques confirmados. Hemos escuchado rumores, pero no hay evidencia", dice Echeverri, y agrega: "Hemos estado luchando contra los hipopótamos durante varios años. Son muy impredecibles". Una de las tareas del biólogo es contar los animales y realizar un censo. "Me han perseguido en mi trabajo de seguimiento, cuando sienten que los siguen, atacan", dice Echeverri.

Los animales son monitoreados por cámaras de seguridad. Se estima que hay 33 de ellos en el lago e indicaciones de alrededor de seis o siete más afuera. En 2017, uno de los hipopótamos saltó a la fama en las redes sociales después de que dejó su hábitat y deambuló por las calles de la ciudad de Puerto Triunfo. A pesar de su temperamento ardiente, el hipopótamo sigue siendo un animal popular, según Echeverri: "La gente ama el hipopótamo, lo ven muy llamativo. Es un tema muy curioso. Ellos (los medios) nos llaman de todo el mundo con gran interés". Echeverri, sin embargo, no descarta que sean un problema grave para la población local: "[Los hipopótamos] comen pasto destinado a las vacas, en los ríos se convierten en un riesgo, los servicios turísticos se ven afectados”.