África y América: unidas por un cable submarino
El anunciado cable submarino, primero de su tipo que unirá a África con América del Sur, será realidad este febrero cuando toque territorio de Brasil, en correspondencia con las declaraciones a la prensa de Antonio Nunes, administrador de Angola Cables, la empresa de telecomunicaciones responsable del proyecto. Esto forma parte de un proceso de restructuración del orden en las telecomunicaciones a nivel internacional, donde existen monopolios que dejan en condiciones de desigualdad al Tercer Mundo. Angola da así un paso más en función de cerrar brechas.
Al dar a conocer que casi está concluido el cableado y se avanza en las instalaciones en tierra en Fortaleza –ciudad brasileña elegida para la conexión con la capital angoleña, Luanda–, Nunes destacó que ambos países se proponen prestar servicios en el tercer trimestre del año en curso. «El cable recorre 6 300 kilómetros y alcanza una capacidad de 40 terabytes con una velocidad de 63 milisegundos, frente a los 350 milisegundos de las conexiones actuales», enfatizó.
Según refirió la agencia noticiosa Prensa Latina respecto al tráfico global, el nuevo servicio permitirá las comunicaciones de América del Sur con Europa, África y Asia sin pasar por Estados Unidos, así como llegar a este último evitando pasar por Europa. Ello le genera al proyecto un plusvalor, animado por una visión anticolonialista del desarrollo y por la cooperación Sur-Sur.
Denominado por sus impulsores Sistema de Cable del Atlántico Sur (SACS), presenta una plataforma exclusiva para una configuración de redes Sur-Sur a escala global, ponderó el funcionario angoleño, tras haber sugerido que este debe profundizar, también, las economías digitales de varios países. En la etapa iniciática del megaproyecto, medios de prensa divulgaron noticias en las que lo valoraban como la "primera conexión directa entre África y Sudamérica". Asimismo, SACS tiene como fecha de nacimiento el momento en que Angola Cables diera inicio en Sangano (costa angoleña), al lanzamiento del llamativo cable de fibra óptica.
Se ha previsto que una vez finalice la implementación de la red, junto a elementos asociados como centros de datos y puntos de intercambio de internet, el sistema SACS significará una transformación de paradigma en las telecomunicaciones del llamado continente negro. De este modo, Angola y su gobierno asestan un golpe a la monopolización de las telecomunicaciones en el mundo, proceso que comenzó cuando abrió servicios de telefonía móvil y fija, más televisión por cable hace varios años.