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jueves, 31 de mayo de 2018

Comer grillos, una fuente alternativa de alimento

Por EvelynR

El crecimiento poblacional y el agotamiento de los recursos del planeta son asuntos que preocupan a los especialistas. Hace poco conocimos que dos colombianos desarrollaron una empresa encaminada a desarrollar fuentes alternativas de alimentos para suplir las necesidades de una población creciente.

El particular invento es la harina de grillo, producto inventado por la microbióloga Yovanna Serrato y el biólogo Diego Cruz. Premiado en España y Colombia, tiene un sabor entre nuez y achocolatado, más bien neutro. Pero sus logros no sólo son por ser un suplemento dietario y una alternativa a la carne, sino por querer ser una de las primeras empresas en Latinoamérica que producen alimentos a base de insectos.

La historia de Arthrofood, la compañía de nuevo tipo, y su insigne harina de grillo se remonta a 2010, cuando ambos desarrolladores estudiaban en la Universidad de Lleida, en Cataluña. El proyecto inició como una investigación posdoctoral en tecnología alimentaria para insectos y transformación en harinas y con fondos de la Unión Europea comenzaron el proyecto para introducir la harina de grillo en la industria alimentaria.

La Unión Europea los financió porque se dio cuenta de que la industria ganadera tiene un alto impacto ambiental y señalaba una pregunta ética por el sufrimiento animal. Es por ello que desde el año 2010 comenzó una investigación para determinar alternativas a esas proteínas animales. Según señala Cruz, hicieron una larga encuesta de 8 años, y el 1° de enero de 2018, 10 insectos, entre ellos los grillos, comenzaron a ser regulados por la nueva ley de alimentos de la UE.

La investigación fue hecha de la mano de la empresa española de precocinados, Angel Bosch, y estudiaron cómo convertir estos insectos en harina y cómo sería el proceso de cría de los grillos, la temperatura a la que debían vivir, el tiempo y a cuánta humedad.

En 2016 empezaron a montar su empresa en Colombia. Ambos creadores sostienen los elementos que hacen a la harina de grillo tan atractiva: por el lado ambiental, criar grillos es mucho más amable que criar vacas. Y es que para un kilo de proteína obtenida a partir de los grillos es necesario un litro de agua, 20 metros cuadrados (las granjas son verticales, por lo que esta cifra podría ser menor) y 1,5 kilos de alimento para los insectos.

Cruz explica que otra ventaja es que los insectos no tienen un sistema excretor que genere el metano que producen las vacas, que es liberado a la atmósfera y se convierte en los gases de efecto invernadero.

Además, los especialistas refieren que mientras una porción de carne tiene un 20 por ciento de proteína, una porción de harina de grillo tiene 65 por ciento de concentración proteica. Según los estudios de Arthrofood y la Unión Europea, si comparamos la harina de soja con la de insecto, el contenido de grasa natural y de proteína hacen a esta última muy superior. Además, los insectos cubren la cantidad adecuada de aminoácidos requeridos por el cuerpo humano, la harina contiene vitamina B12, es fácil de digerir y sirve de suplemento para las prohibiciones médicas de carnes rojas.

Su innovación ha ganado varios premios: en 2016 obtuvieron los Premios Every, en 2017 fueron seleccionados por el diario Publimetro como la empresa más innovadora y este año serán los representantes de Colombia ante 26 países en la