La FARC ha asumido la democracia
A partir del pasado viernes diez miembros del partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) asumieron sus escaños en el Senado y la Cámara de Representantes. Desde entonces comenzaron sus tareas a partir del acuerdo de paz pactado el pasado mes de marzo, que fuera firmado en el mes de noviembre del 2016.
De estos diez miembros de las FARC, cinco ocuparán escaños en el Senado y otros cinco en la Cámara de Representantes. Se trata de una incorporación histórica, sin precedentes para Colombia, especialmente para el nuevo congreso de la República que se instaló el pasado viernes. Este día se celebró la primera jornada con la participación inclusiva de todos sus miembros de partidos en el Capitolio Nacional. "Un Congreso más diverso, más plural y más incluyente", así fue calificado por Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, quien realizo algunas declaraciones, celebrando la presencia de los miembros de las FARC.
Manifestó que a pesar de no estar de acuerdo con la ideología de este partido político, reflexiona que la democracia consiste en "resolver las diferencias mediante el debate de las ideas y no por la violencia". "Los novedosos congresistas y miembros del partido FARC cumplirán la promesa que tantas veces ha expresado su líder Rodrigo Londoño: 'En adelante, su única arma será la palabra'", concluye Santos.
‘’Las fuerzas del legislativo colombiano estarán conformadas por el partido Centro Democrático (19 curules), Cambio Radical (16), los partidos conservador, liberal y de la U, con 14 cada uno; la Alianza Verde (9), el Polo Democrático (5) y la Lista de la Decencia, MIRA y Colombia Justa-Libres, con tres cada uno’’, además de los miembros de las FARC, de acuerdo a lo declarado por el portal web de RT.
A partir del próximo siete de agosto, fecha en la que el nuevo presidente colombiano elegido Iván Duque Márquez, tomará posesión del cargo, se pondrá en vigor un estatuto que obliga a los partidos a declararse en contra o a favor del gobierno, obteniendo algunas garantías y recursos formales a aquellos que elijan la oposición para ejercerla de forma regulada. Realmente no sabría explicar cómo funcionará esta medida en la práctica, puesto que carece de lógica que la oposición esté bajo reglas formales pactadas por el gobierno al que se opone.
