¿Existe una relación directa entre el sueño y el éxito?
En los últimos años una interesante polémica en torno al tiempo de descanso. El sueño ha sido caracterizado por muchos años como una cuestión de debilidad o vagancia, sin embargo, varios libros han referido que el sueño no es un fenómeno pasivo en el que no ocurre nada, sino un momento del día en que ocurren grandes modificaciones del funcionamiento del organismo. ¿Es entonces el sueño una necesidad? ¿Cómo se vincula con las decisiones que tomamos diariamente? El sueño influye en la creatividad y nuestro estado de alerta, además de ayudar a regular la temperatura corporal. Sin dormir lo suficiente, una persona podría incluso morir.
El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, y aunque muchos no lo crean así, es también una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. Alrededor de estas horas en que descansamos ha existido en los últimos años una interesante polémica: ¿es un fenómeno pasivo en el que no ocurre nada o es un estado de conciencia dinámico en que se tiene actividad cerebral, entre otros cambios del organismo? Y más todavía ¿existe una relación directa entre el sueño y el éxito?
Es que según se ha dado a conocer en varias publicaciones y libros, los hábitos y las horas de sueño de las personas más exitosas que conocemos y están en nuestro imaginario popular, como Albert Einstein hasta Margaret Thatcher, están relacionados con su triunfo y sus logros. Si hace algunos años, dormir demasiado era mal visto y se relacionaba con una tarea de cobardes, ahora, la conclusión es que dormir las horas de sueño necesarias se ha convertido en algo importante entre los ejecutivos de éxito.
Las personas se toman cada vez más en serio su descanso nocturno, lo cual se ve reflejado en su rendimiento laboral, tal cual se ha dado a conocer en libros como “El negocio del sueño: Cómo dormir mejor puede transformar tu carrera.” En él se investiga en profundidad el impacto que tienen las horas de sueño en la carrera laboral. Dormir poco podría lelgar a afectar la memoria y hasta a empobrecerla, y lo mismo sucede con nuestra capacidad de atención y de toma de decisiones, así como nuestra creatividad a corto plazo, según concluye.
El libro explica que existen tres tipos de determinaciones que tomas las personas cuando llevan a cabo un negocio, o cuando tienen asentada una empresa, también cuando están desarrollando su trabajo, por más sencillo que parezca. Una de estos tipos de decisiones son las relacionadas con la creatividad y que dependen exclusivamente del pensamiento dinámico, por lo que son las más difíciles, y son precisamente las que se afectan cuando el organismo no ha descansado lo suficiente.
Por todo esto, es importante considerar la importancia real que tiene el sueño en nuestras vidas. No se trata solamente de mejorar nuestra atención y creatividad, igualmente es roporcional con los beneficios relacionados de la salud que nos pueden aportar dormir las horas necesarias al día.
Esto se debe a que, según explica en sus páginas, durante el sueño ocurren grandes modificaciones del funcionamiento del organismo; cambios en la presión arterial, la frecuencia cardiaca y respiratoria, la temperatura corporal, la secreción hormonal, entre otros. Mientras dormimos, pasamos por diferentes tipos de sueño: cuatro a seis ciclos de sueño durante toda la noche. Todos estos estadios se incluyen en dos grandes fases de sueño, con grandes diferencias en cuanto a actividad muscular, cerebral y movimientos oculares.
Cuando se le priva de sueño temporalmente o parcialmente, es decir no se le deja dormir un día, o no se le permite tener alguna fase concreta de sueño, en el organismo se produce en respuesta un aumento de la fase que se ha anulado y de la necesidad de sueño en los días posteriores a dicha privación. Así, el organismo intentará conservar su equilibrio, tratando de recuperar el tiempo de descanso del que se le ha proviado.
Una de las funciones más importantes del sueño es su contribución en la regulación de la temperatura corporal, funcionando como un termostato que mantiene la temperatura que el organismo necesita en cada momento en función de las actividades que se llevan a cabo en él para facilitar procesos metabólicos, hormonales, etc. Sin este importante termostato, el organismo moriría.
Las necesidades básicas de sueño para mantener las funciones y supervivencia del organismo se sitúan sobre una media de 4 o 5 horas de sueño cada 24 horas. las otras horas que dormimos pasado este momento, mejora neustra calidad de vida y estado de salud general. Estimando que en una media de 8,3 horas podría encontrarse el punto óptimo de descanso.
Pensando desde el punto de vista de los negocios, ¿quién puede pensar en soluciones estratégicas cuando lo único que tiene en mente es ir a la cama.
