Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

viernes, 22 de junio de 2018

El ayuno intermitente: una sana alimentación por ciclos

Por Steve AM.

El mundo de las dietas nos ofrece una gran gama de posibilidades a la hora de organizar nuestra alimentación, aunque el ayuno intermitente no es propiamente una dieta en sí misma. Es este un modelo de alimentación que se basa en ir por ciclos, con periodos de ayuno y de comer. Es más bien, un programa de comidas. No se te dice lo que tienes que comer, pero tienes que centrarte en cuándo comes.

El ayuno intermitente hace mucho más que sólo restringir la ingesta de calorías. Además de ello, cambia las hormonas de cuerpo para que puedan hacer un mejor uso de tus reservas de grasa.

Existen distintos tipos de ayuno intermitente, aunque el más popular es el 16/8, que consiste en realizar el ayuno durante 16 horas para comer todos nuestros requerimientos en 8. Esto significa que , si la última comida la realizamos a las 21:00 horas del día anterior, no podríamos comer de nuevo hasta las 13:00 horas.

También existen otros protocolos, como el de ayunar las 24 horas del día, o el ayuno 5:2, donde ingerimos la mayoría de las calorías que necesitamos durante cinco días, y los otros dos las rebajamos drásticamente hasta 600 u 800.

Estudios científicos han demostrado que, contrariamente a lo que se cree, la tasa metabólica aumenta cuando se sigue una rutina de ayuno intermitente. Esto aumenta la cantidad de calorías que nuestro cuerpo quema en un día. La forma en que el ayuno intermitente hace esto es apoyando la actividad genética.

El ayuno activa los genes, que a su vez producen proteínas que hacen que el cuerpo sea menos eficiente. Si bien esto puede parecer algo malo, en realidad es muy beneficioso para la pérdida de grasa. Además, el ayuno activa la autofagia, que elimina células dañadas, contribuye a la reparación y ayuda al proceso de regeneración del cuerpo.

La disminución de la eficiencia significa que el cuerpo tiene que quemar más grasa y más carbohidratos para completar sus actividades diarias normales. Combina el ayuno intermitente con el ejercicio de alta intensidad, como el levantamiento de pesas o los intervalos (HIIT), y tienes el plan perfecto para la pérdida eficiente de grasa sin dejar de mantener la masa corporal magra.

La práctica del ayuno intermitente también está relacionada con la reducción de los triglicéridos. Algunas investigaciones demuestran que el ayuno intermitente promueve una sensibilidad a la insulina normalizada y mejora la función cardiovascular.

Nuestros cuerpos trabajan como un reloj de 24 horas basado en señales de luz. Este reloj ayuda a señalar cuándo es el momento de comer o dormir, y es por eso que naturalmente nos ponemos somnolientos cuando oscurece y más alerta cuando es de día. Cuando cambiamos las zonas horarias, el reloj biológico debe ajustarse al cambio de señales, por lo que podemos sentirnos cansados y "apagados" cuando viajamos a una nueva zona horaria.

Cuando ayunas, restableces el reloj interno de tu cuerpo, ya que no tiene las señales de comida para activar. Si además rompes el ayuno a la misma hora a la que acostumbrabas a hacerlo en tu huso horario, tu cuerpo se acostumbrará todavía mejor.

El mejor beneficio es que, cuando te levantas, no tienes que pensar en lo que vas a desayunar, tampoco en lo que vas a almorzar; simplemente tienes que preparar la siguiente comida que te toca. Siempre y cuando elijas sin reparos la alimentación sana, puedes comer a la hora del día que elijas y seleccionar un buen puñado de productos distintos para elaborar tu comida. Lo más habitual es hacerla por la noche a modo de recompensa tras un largo día de trabajo y/o entrenamientos.