Detectar tuberculosis de una forma diferente
Un equipo de investigadores multinacional, conformado por especialista de Australia, Perú, Estados Unidos, Reino Unido e Italia han diseñado el primer test de orina para detectar la tuberculosis, la cual constituye una infección bacteriana sumamente contagiosa que afecta fundamentalmente a los pulmones, aunque también puede extenderse a otros órganos del cuerpo humano.
La prueba en cuestión busca la presencia de Lipoarabinomannan (LAM), que se trata de un componente de la pared celular que cubre a Mycobacterium tuberculosis, la bacteria responsable de la mayor cifra de casos de tuberculosis en el mundo. Para ello, los investigadores diseñaron pequeñas celdas, denominadas nanojaulas, confeccionadas con hidrogel, sobre las cuales se aplicaron un colorante de cobre con alta afinidad por LAM, el cual funcionó como gancho químico para revelar la presencia de la bacteria.
A pesar del positivo tratamiento para la tuberculosis actualmente y su alta probabilidad de prevención hoy en día, se estima que en el año 2016 fue la causante del 40 por ciento de las muertes en personas VIH positivas. Estos pacientes suelen ser más vulnerables, debido a la debilidad que presentan en su sistema inmunológico. Sin embargo, esta misma razón contribuye a que estas personas presenten altos niveles de presencia de bacterias en el cuerpo que pueden ser detectadas, mediante el nuevo test de orina diseñado.
Aunque ya existen pruebas de sangre y cutáneas para detectar si existe una infección de tuberculosis en el organismo. El nuevo examen de orina, se convierte en una prueba menos invasiva para los pacientes. Además no se requiere de entrenamiento altamente especializado, para recoger las muestras, ya que se trata de una recolección normal de este desecho del organismo. Procedimiento que podría ser de gran utilidad en las comunidades de escasos recursos y los países más pobres del mundo.
De acuerdo a os reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 2000 millones de personas, que equivalen a un tercio de la población del mundo, han estado expuestas al patógeno de la tuberculosis, pudiendo o no adquirir la enfermedad. No obstante, está demostrado que no todas las infecciones por M. tuberculosis provocan la enfermedad y muchas de las infecciones son asintomáticas.