Víctor Manuelle y Farruko son emplazados por el alcalde de Medellín
Por muy increíble que parezca, la letra de un tema de música urbana motivó que el alcalde de la ciudad colombia na de Medellín, Federico Gutiérrez, emplazara a los cantantes puertorriqueños Víctor Manuelle y Farruko, a quienes demandó que se disculparan con el público de esa localidad por la letra de una canción que considera “deplorable”.
Se trata del tema Amarte duro, un sencillo que los intérpretes tratan de posicionar en el mercado y en el cual se recuerda al narcotraficante Pablo Escobar, quien fuera el jefe del ya extinguido cartel de Medellín. Además, el contenido de la canción resulta altamente discriminatorio y violento con las mujeres.
Señala la agencia DPA que Gutiérrez escribió una carta abierta dirigida a los cantantes puertorriqueños, en la que comienza diciendo que piensa que ellos no son conscientes del daño que le hacen a Medellín. La letra de la canción continúa relacionando a esta localidad con el dominio del crimen organizado, entre otros puntos que son nocivos. “Esto que yo siento es puro como la coca 'e Medallo y no soy Pablo, pero tú sabe lo que te hablo”, es una de esas líneas a las que hace referencia el alcalde.
El político afirmó que ninguna ciudad en el mundo ha sufrido lo que sufrió Medellín, pues el fenómeno del narcoterrorismo dejó más de 20000 muertes e incontables víctimas directas e indirectas. En su argumentación, asimismo, apuntó que esa es, todavía, una herida maldita que padecemos, y que no es otra cosa que el estigma a nivel internacional.
En opinión de Gutiérrez, canciones como Amarte duro y series de televisión sobre narcotraficantes se exhiben en momentos en que aún existen niños consumiendo esos productos, y cuyo peor saldo es la interiorización de la imagen del capo del barrio como su patrón de éxito para el futuro.
El alcalde de Medellín insistió en su carta en que, por causa de la gente que hace series donde Escobar es el protagonista, o canciones como esta de Vítor Manuelle y Farruko, que lo exaltan; se echan por tierra todos los esfuerzos por volver a la normalidad en las provincias afectadas por el narcotráfico, mientras que los niños aparecen más dispuestos a imitarlos.