Una memoria que arde aún
De polémica han catalogado algunos la decisión colombiana de construir un Museo de la Memoria, justo cuando el conflicto en el país reverdece en diferentes regiones y con distintos actores. Sin embargo, para quienes consideran que el mejor camino a la paz es el recordatorio de lo que lacera la violencia, este es un camino necesario.
La edificación debería estar lista para el 2020, pero desde ya las víctimas que busca dignificar tienen su representación a través de una gran exposición en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que debe concluir el próximo 2 de mayo. Voces para transformar a Colombia es el nombre de la expo que se ha convertido en una suerte de preámbulo o prototipo de lo que será el museo y que, según la curadora Cristina Lleras es una manera propia de contar la historia del país.
Alrededor de esta experiencia inicial de lo que debe ser ese museo, y en un espacio de 1 200 metros cuadrados, se han nucleado más de un centenar de eventos académicos, culturales y artísticos cuyo tema central es la memoria y la guerra en la nación sudamericana; en un ejercicio que quizá se realiza por primera vez, y es la exposición de lo que será el guion del museo para someterlo a la consideración del público antes de abrir sus puertas de manera definitiva.
Muy duro ha trabajado el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), la entidad estatal responsable del diseño, y que valora altamente las opiniones que han ido recopilando en estos días en Bogotá para continuar transformando la propuesta. Durante la feria los ususarios se han encontrado con una invitación al diálogo, donde constantemente pueden intercambiar, guiados por tres ejes: el cuerpo, la tierra y el agua, que enfatizan la resistencia de las víctimas y las iniciativas de paz.
Para lograr ese resultado de interacción con el púbico el CNMH se ha basado en sus informes y ha dotado el recorrido de gráficos, cifras, estadísticas, pero también cómics, vídeos, audios y murales; todo para provocar la comunicación. Entre los espacios hay también algunos que ilustran las complejidades del despojo de tierras, así como el desafío de los procesos de restitución. Además se establecieron tres recorridos de 360 grados con gafas de realidad virtual por zonas en conflicto en la Colombia, entre otras opciones.