La Habana será la sede del reinicio de las conversaciones de paz
Luego de que Ecuador anunciara su decisión de no continuar siendo sede de las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), ese proceso sufrió un golpe que no pocos pensaron que sería definitivo en el contexto de violencia que vive la nación sudamericana y los cuestionamientos al proceso de paz con las FARC.
Sin embargo, este fin de semana ambos grupos emitieron un comunicado conjunto en el cual anunciaban que La Habana será la sede para retomar el proceso de diálogo, que deberá reiniciar esta semana que comienza, y donde las partes trabajarán para acordar un nuevo alto el fuego bilateral, además de diseñar la participación de la sociedad en las negociaciones.
En el comunicado el Gobierno y el ELN agradecieron el apoyo de diversas organizaciones sociales y de la comunidad internacional, y particularmente de los gobiernos que se ofrecieron para albergar la Mesa del Diálogo, así como a los países garantes. La Habana fue con anterioridad sede de las conversaciones entre el gobierno y la entonces guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, actualmente convertida en partido político.
Luego del anuncio, organizaciones sociales de Colombia celebraron que la capital cubana sea el sitio donde esta semana se retome el diálogo de paz entre el gobierno y el ELN. El presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el departamento Norte de Santander, Enrique Pertuz, declaró a Caracol Radio de Colombia, el reconocimiento al aporte de Cuba en el proceso de paz de Colombia y realzó la experiencia de la isla como país sede de la instancia negociadora.
De igual forma, excombatientes de la FARC-EP, integrantes del partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), también saludaron la nueva sede y resaltaron la solidaridad cubana.
El reinicio del quinto ciclo de conversaciones llena de esperanzas a quienes apuestan por la paz, mas, de conjunto con la mesa de diálogo, ahora en La Habana, el Gobierno colombiano tiene el resto de controlar la situación de violencia en la zona fronteriza con Ecuador, además de trabajar de conjunto con la FARC en eliminar todas las sombras que hoy pesan sobre el acuerdo.
