Bogotá y los niños explotados
De acuerdo al diario local El Tiempo, numerosos establecimientos como bares, discotecas, chiquitecas (centros de recreación para menores) hoteles, moteles y otros están actualmente propiciando la explotación comercial de niños con fines sexuales y lo hacen mediante las redes sociales, como si de la promoción de un producto se tratase.
Toda esta información se desprende de un exhaustivo trabajo del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y Juventud (Idiprón), que aún continua en curso. Este trabajo busca ubicar las diferentes zonas de la capital donde se da este fenómeno con más auge. “Los delincuentes utilizan estrategias cada vez más especializadas, como el traslado de niños, los encierran en habitaciones, los maquillan para que se vean mayores o los captan en discotecas o bares y, claro, a través de las redes sociales”, asegura el padre Wilfredo Grajales, director del Idiprón.
La ESCNNA por su parte contempla seis modalidades: explotación de niños en actividades sexuales, la pornografía, la trata de personas, la asociada a viajes y turismo, el matrimonio servil y la que es llevada a cabo por los grupos armados. Se trata de todo un entramado complejo que está tomando muchísima fuerza en Colombia, problema que resulta muy difícil su atención.
De acuerdo a las autoridades en todas las localidades hay sectores donde este tipo de actividades se llevan a cabo a los ojos de todos. “Muchos establecimientos de prostitución no tienen nombre comercial, pero pueden ser sitios que camuflan el delito”, declara Bibiana Villota, coordinadora del programa de atención y prevención de la ESCNNA.
Se trata de un fenómeno que a pesar de las particularidades del contexto colombiano, igualmente se da en diversas partes del mundo y aunque numerosas instituciones y organizaciones internacionales se dedican diariamente a rescatar niños explotados y denunciar a las autoridades sobre esta situación, esta cada vez empeora. Son necesarias penas más agresivas para los proxenetas e incluso para los padres ya sea porque conocen lo que está sucediendo o por negligencias puesto que finalmente las victimas de estos delitos, los más pequeños en la mayoría de las ocasiones no pueden defenderse, no solo por su estatus de menores sino porque a veces no saben ni entender lo que está pasando con ellos.
