Tiendas sin dependientes en Medellín
La Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín, tiene en marcha tres proyectos sumamente novedosos para fortalecer las buenas prácticas ciudadanas. Uno de estos es una tienda de productos muy peculiar que medirá la responsabilidad social de los que la visiten. Se trata de un puesto, similar al de los vendedores ambulantes, que no tiene ninguna persona encargada de cobrar por los productos que se ofrecen.
Los transeúntes pueden comprar cualquiera de los productos que están en la ‘tienda’, ya sean dulces, chicles, galletas, entre otros. A un costado, se encuentra depósito donde se deben dejar los billetes y monedas, correspondientes al precio de los productos. Todos se pueden comprar por un valor de 1.000 pesos colombianos (menos de un dólar), la unidad. Los mismos clientes serán los encargados de reclamar su propia devuelta, en caso de ser necesario.
Libardo Blanco que caminaba por una de las calles donde se encuentra un ejemplar de esta ‘tienda’ se asombró al ver que nadie atendía, relata el portal web EL TIEMPO. “Estaba acá parado hace rato esperando a que alguien me atendiera. Yo nunca había visto una vaina como esta. El que se inventó esto definitivamente la sacó del estadio”, espetó Blanco.
Por su parte, Mónica Orrego, una de las representantes de la secretaría de Cultura Ciudadana y encargado de la implementación de esta iniciativa, comentó que en sentido general, los ciudadanos han respondido positivamente en cuanto a la nueva estrategia, registrando en su primera semana un 93 por ciento de las personas que respetaron las ‘reglas de la tienda’. “Las personas han respondido bien. Lo importante no es la publicidad. Nosotros, con base en las encuestas de cultura ciudadana que tenemos en la ciudad, sabemos que la mayoría de personas de Medellín cumple las normas, le aporta a la convivencia”, aseguró Orrego.
Ya son seis las tiendas de este tipo instaladas en la ciudad, aunque tiene planeado poner veinte ejemplares en funcionamiento, rotándolas por diferentes partes de Medellín. Se tratan de iniciativas sumamente novedosas y prácticas, que se pueden utilizar no solo para promover las buenas prácticas ciudadanas, en caso de que esto ocurra satisfactoriamente, sino también funcionan como mecanismo para medir comportamientos sociales en la región y en dependencia de los resultados tomar medidas para estimular las buenas acciones.
