Sin café durante el embarazo
La etapa de gestación es un periodo delicado para la salud de la madre y los efectos en la del futuro bebé, es por ello que algunos hábitos de vida presentan cierto nivel de riesgo para los nonatos. En la lista de productos que no deben consumirse durante el embarazo, parece que acaba de añadirse la cafeína, y es que un estudio realizado en Noruega detectó un riesgo vinculado con el consumo de cafeína, principalmente un aumento del sobrepeso en la infancia.
A partir del estudio, los autores plantean el cese de consumo de cafeína en el embarazo. La investigación concluyó que incluso un consumo aceptable de cafeína aumenta la probabilidad de que los hijos sufran sobrepeso a una edad tan temprana como los 3 años, un riesgo que aumentaría durante el resto de la infancia.
En la actualidad, se aconsejan consumir cafeína de forma moderada (200 mg al día, equivalente a 2 tazas de café solo), pues un consumo superior podría aumentar el riesgo de aborto y otras complicaciones. Es necesario recordar que no solo el café contiene cafeína, sino está presente en el té (unos 75 mg de cafeína por taza) y en el chocolate, en mucha menor cantidad. Sin embargo, el nuevo trabajo desaconseja incluso el consumo moderado.
Para realizar el estudio los investigadores siguieron a 51 mil mujeres de Noruega y sus hijos entre los años 2002 y 2008, agrupándolos en 4 categorías en dependencia de los alimentos consumidos hasta las 22 semanas de embarazo: un consumo de 0 mg a 49 mg de cafeína considerado bajo; entre 50-199 mg moderado; 200-299 mg se consideró alto; y más de 300 mg de cafeína, muy alto. Además, se midieron los parámetros de peso, altura y longitud corporal de los hijos regularmente, desde las 6 semanas hasta los 8 años.
Posteriormente se comparó el consumo de cafeína de las madres con el posible sobrepeso de los hijos, determinándose que el 11 por ciento de los hijos de madres con un consumo bajo de cafeína sufrían sobrepeso, el 12 por ciento de los hijos de madres con un consumo moderado sufrían sobrepeso, y el 17 por ciento del grupo de hijos de madres con un consumo muy elevado sufrió sobrepeso en la infancia.
En lo relativo a la estatura, el 23 por ciento de las mujeres con consumo bajo tuvo hijos excesivamente altos; mientras que la ingesta moderada, alta y muy alta de cafeína se vinculó con una elevada estatura del 15, 30 y hasta el 66 por ciento de los hijos respectivamente.
Sin embargo, como refieren incluso los propios autores, se trata de un estudio observacional y no experimental, lo que significa que aunque se ha detectado una relación significativa entre el consumo de cafeína durante el embarazo y el exceso de peso y/o altura en la infancia, se desconoce si existe una causa directa. Y, en cuanto a términos de sobrepeso, los porcentajes no son excesivamente elevados.
Además, las medidas de altura y de peso fueron informadas a través de encuestas por parte de las madres, sin mediciones directas de los investigadores y se desconoce si el exceso de peso se debía a un aumento de masa grasa o masa muscular.
También un descubrimiento del estudio fue que el sobrepeso empezó a reducirse a partir de los 8 años, y el estudio no se prolongó más allá, por lo que no se sabe que variaciones podría haber más adelante.
Teniendo todo esto en consideración, la relación entre la cafeína y el sobrepeso en la infancia podría catalogarse como débil o posiblemente influido por otros factores no considerados en la investigación, por lo que se hacen necesarios nuevos estudios que vinculen estos factores para descartar potenciales errores.
