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sábado, 7 de abril de 2018

New York, en contra de las armas

Por Olivia Rosario Rodríguez

El gobernador del estado norteamericano de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció hace unos días que fue aprobada una ley estatal que prohíbe la posesión de armas de fuego a personas que previamente hayan sido condenadas por violencia doméstica. El objetivo de la escritura legal es que esas personas hagan entrega de las armas que tienen en su poder y luchar contra la violencia de ese tipo.

El comunicado dado a conocer por el despacho del gobernador de Nueva York anunció que se trata de todo tipo de armas de furgo, ya sean pistolas o escopetas. Y es que hasta el momento la ley solo abarcaba a las personas que habían sido condenadas por delitos graves o por faltas menores en reiteradas ocasiones, ahora todos los ciudadanos que hayan cometido delitos serios pierden el derecho a renovar la licencia para portar armas de fuego. De igual forma, el listado de los que son considerados delitos graves queda reafirmado, con la inclusión de esas personas en la misma.

La ley, según explicaron voceros de la gobernatura, persigue romper el vínculo que muchas veces existe entre la violencia doméstica y la violencia armada, que tantas vidas ha cobrado no solo en los Estados Unidos, sino en el mundo entero. El comunicado ofrece datos que revelan la magnitud del problema de la tenencia de armas de fuego por personas con historial de violencia doméstica. Por ejemplo, los perpetradores de dos de los tiroteos más mortíferos de la historia del país norteamericano, el ocurrido en Las Vegas con un saldo de 59 fallecidos y el de Sutherland Springs, en Texas, donde murieron 26 personas, eran ciudadanos con registros de violencia contra la mujer.

Por otra parte, el comunicado detalla que en el año 2016 en el mismo estado de Nueva York fueron perpetrados 35 homicidios domésticos con armas de fuego. De esta manera el estado continúa su tradición de control de la posesión de armas, hecho que se ha caracterizado por la aprobación de leyes bastante estrictas con un objetivo bien delimitado: respetar el derecho a la vida humana.

En ese sentido en 2013, Nueva York fue noticia por la aprobación de las normas más fuertes en cuanto a la tenencia de armas de fuego de todo Estados Unidos, en respuesta a la matanza escolar de Newtown acontecida ese año.