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lunes, 9 de abril de 2018

Mucha emoción, pocas sorpresas

Por Manolo

La fase que involucra cada año a los ocho mejores clubes de Europa, los octavos de final de la Liga de Campeones, tuvo su primera parte esta semana, y aunque los choques regalaron espectáculo de sobra, no hubo apenas espacio para la sorpresa.

Victorias más o menos contundentes de Real Madrid, Bayern de Múnich, Barcelona y Liverpool, sobre Juventus, Sevilla, Roma y Manchester City, respectivamente, parecen haber resuelto el destino de esta fase. En este momento ya son muchos los que comienzan a ilusionarse pensando en una etapa semifinal en donde participen cuatro campeones continentales, que entre todos suman nada menos que 27 trofeos.

La fase que juegan cada año los ocho mejores clubes de del Viejo Continente, los octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, tuvo su primera parte esta semana, y aunque los choques regalaron espectáculo de sobra, no hubo apenas espacio para la sorpresa.

Para comenzar, en Turín, el vigente campeón Real Madrid repitió prácticamente la misma dosis de contundencia y dominio futbolístico exhibida en la pasada final de Cardiff, y «golpeó» con extrema dureza a la Juventus, que posiblemente tenga que esperar un año más para volver a intentar su regreso a la gloria continental.

El marcador final de 3-0 pudiera parecer escandaloso, pero lo cierto es que los de la capital española tuvieron la capacidad de golpear primero —tan temprano como el minuto 3’— y durante el resto del primer tiempo supieron sufrir los embates bianconeros hasta que la oportunidad se presentó en el complementario.

Al igual que la última vez que se vieron las caras, en la segunda mitad los locales se notaron demasiado apocados psicológicamente como para aguantar a un Madrid quizá demasiado fetichista en su relación con la Champions, que ha convertido la impiedad en una virtud sobre la cancha. Así llegó el inolvidable gol de chilena de Cristiano Ronaldo, y un poco más tarde Marcelo anotaba el que posiblemente terminó de sentenciar la eliminatoria.

Ese mismo día, martes 3 de abril, el Bayern despejó en el Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla cualquier duda que quedara sobre su fortaleza y aspiraciones reales de regresar a la cima.

Sofocados desde el principio por la presión e intensidad defensiva de los andaluces, los bávaros tuvieron que soportar que al minuto 32’ Pablo Sarabia adelantara a los de Nervión tras una excelente jugada colectiva. No obstante, cinco minutos más tarde un disparo de Franck Ribéry fue desviado por Jesús Navas, y el marcador volvía a estar igualado.

Más tarde, los alemanes recuperaron la conducción del encuentro, y al 68’ Thiago Alcántara metía un cabezazo picado —que con cierta «ayuda» de Escudero— se coló en el arco protegido por el suplente David Soria. La vuelta en el Allianz Arena debería ser un mero trámite.

Sin dudas la mayor sorpresa de esta fecha fue la paliza que recibió el Manchester City de Pep Guardiola, goleado 3-0 por el Liverpool, un gigante que parece haber regresado con éxito a esta exigente competencia.

En el mítico estadio de Anfield, con los goles de Mohamed Salah, Alex Oxlade-Chamberlain y Sadio Mané, los Reds encarrilaron un pareo que se anticipaba como el más impredecible de todos, al tratarse de un choque entre dos clubes ingleses, que diferencias aparte, comparten muchas similitudes en su estilo juego.

La próxima semana podrían pasar muchas cosas en el Etihad Stadium, pero todo apunta a que los cinco veces campeones de la Copa estarán por primera vez en semifinales desde 2008.

Por último, en Barcelona, todo lo que fue pronosticado ocurrió, aunque tal vez de la forma más rara posible. En el Camp Nou, la Roma fue avasallada por unos catalanes que comenzaron un tanto incoherentes, pero que luego del gol(azo) en propia puerta de Danielle de Rossi, fueron dueños totales del terreno.

Durante el complemento, otro autogol italiano, esta vez del griego Kostas Manolas, daba más ventaja a los de casa. Más tarde, Gerard Piqué ponía el 3-0, y aunque el bosnio Edin Dzeko descontó, a continuación Luis Suárez puso el cuarto y a la vez el último clavo en el ataúd romanista.

Como principales conclusiones que podemos sacar de lo visto hasta el momento, Real Madrid y Bayern de Múnich vienen siendo los rivales a derrotar, y en caso de clasificar definitivamente y no cruzarse en semis, serían protagonistas de una final soñada.

Muy poco por detrás aparecen Barcelona y Liverpool, los primeros todavía sin probarse contra un rival de entidad en lo que va de temporada, y los otros carentes de la experiencia necesaria para afrontar los retos que vienen.

Los choques de vuelta se jugarán los día 10 y 11 de abril: Real Madrid-Juventus y Bayern-Sevilla el martes; Roma-Barcelona y Manchester City-Liverpool el miércoles. Todavía queda historia.