Los cancilleres del G7 preparan una reunión bajo tensiones
Este domingo, los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete (G7) países más industrializados se reunieron en Toronto, Canadá, con el propósito de comenzar la preparación de la próxima cumbre del G7. Sin embargo, numerosos fantasmas penden sobre la agenda, pues si bien está claro para el bloque que deben crear un frente común contra lo que consideran provocaciones de Rusia, por otro lado los aliados tienen dudas en cuanto a las intenciones del presidente estadounidense Donald Trump con respecto al acuerdo nuclear con Irán y sobre cómo manejará su planeado encuentro con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.
La cumbre del G7 tendrá lugar en junio en Charlevoix, provincia de Quebec, en Canadá, pero el encuentro de este domingo es un avance de lo que acontecerá. Desde el comienzo de la reunión, los estadounidenses reiteraron su apoyo inquebrantable a la soberanía e integridad territorial de Ucrania ante la agresión rusa, una declaración que tiene lugar luego de que el secretario de Estado interino, John Sullivan, sostuviera a última hora del sábado un encuentro con el canciller ucraniano Pavlo Klimkin.
Este será invariablemente un tema de la agenda, tal y como lo indica el hecho de que la canciller anfitriona, Chrystia Freeland, reciba a sus colegas del G7 y a la representante de la Unión Europea en un almuerzo de trabajo para abordar la situación con Rusia y Ucrania, así como el apoyo de Moscú al régimen de Bashar al Asad y el presunto intento de matar en Gran Bretaña a un exespía ruso con un agente neurotóxico.
Asimismo, los cancilleres tendrán un encuentro para tratar la situación con Corea del Norte y la no proliferación nuclear; un capítulo que puede tener nuevas tramas, a partir de que el mes pasado el presidente estadounidense Donald Trump aceptara una invitación del líder norcoreano Kim Jong Un para reunirse.
Por otro lado, Estados Unidos, Francia y Alemania -los países del grupo que firmaron el acuerdo nuclear con Irán en el 2015- deben reunirse para abordar las amenazas de Trump de abandonar ese pacto si los países europeos no endurecen los controles sobre Teherán. Washington ha estado presionando sobre el tema, sin embargo el bloque europeo ha defendido la postura de que el acuerdo representa la mejor forma de evitar que Irán se dote del arma nuclear. Ello tiene fundamento en las declaraciones del ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, quien dijo este sábado a la prensa que su país no busca obtener una bomba nuclear, pero que esa sería una respuesta probable a la salida de Estado Unidos del acuerdo.
