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martes, 17 de abril de 2018

La nueva droga que alerta a las autoridades

Por Olivia Rosario Rodríguez

Obtener este alucinógeno es fácil, pues vale poco más de un dólar estadounidense, además es comercializado junto con la jeringuilla y la tira de caucho para apretar el brazo e inyectarse. Todo un paraíso a para quienes sufren de drogadicción. Sin embargo, la droga es extremadamente peligrosa, con un costo para la salud demasiado alto.

La llaman “la heroína de los pobres”, porque, aunque es mucho más fuerte, dura menos. Quienes consumen “Krokodil” durante 40 y hasta 120 minutos experimentan diversas sensaciones, como el acaloramiento de la piel y pesadez en las piernas, cosa que, aunque parezca una tortura, resulta placentero para ellos. Otros efectos que experimentan son las náuseas, lo vómitos y una picazón severa en la zona de la inyección.

Sin embargo, lo que no es nada placentero son los efectos posteriores de este adictivo estupefaciente, pues el mismo no se disuelve en la sangre y, por lo tanto, satura las venas y se acumula al punto de destruir los órganos internos. Finalmente avanza desde el interior hacia afuera, acabando con los tejidos, hasta llegar a la piel.

Según dieron a conocer investigaciones científicas, el “Krokodil” es una droga sintética de origen ruso cuyos efectos se asemejan a los de la heroína. Su producción se realiza a través de la desmorfina, un derivado de la morfina diez veces más potente y se compone, además, por fósforo, thinner, alcohol y codehína. Se cree que su entrada a Colombia fue a través de las ciudades de Cali y Medellín en 2014, y actualmente su consumo se ha localizado fundamentalmente en zonas públicas de esta última urbe.

El nombre de la sustancia se debe al efecto que produce en la piel, semejante a la de un cocodrilo, que es el significado de la palabra rusa “Krokodil”. Puede desencadenar enfermedades como la gangrena, hemorragias, coágulos e inflamación en las venas, trombosis, neumonía, pérdida de miembros, inflamación en las venas, meningitis, fallo hepático y renal y estallamiento de oído y arterial. Estas son solo algunas de las consecuencias de su consumo, dadas a conocer por el International Journal of Drug policy.

Según advierte el Centro de Consultoría de Conflicto Urbano, lo más preocupante es que la droga se está comercializando en Medellín entre niños y jóvenes, hecho que es bien alarmante pues crea adicción y consumirla de manera continua provoca la muerte en un plazo de dos años.

Las Autoridades del Ministerio de Justicia y del Derecho de Colombia ya activaron un protocolo para localizar y analizar muestras incautadas en Medellín, con el objetivo de conocer si verdaderamente se está distribuyendo en la ciudad. Por lo pronto, no existe evidencia de si se está produciendo o no en el país.